El debut copero del Eibar coincide con el momento de mayor ocupación de su enfermería. Pero el discurso de José Luis Mendilibar se mantiene: una segunda competición le permite tener activa a toda su plantilla, algo que agradecen los jugadores y el propio técnico.

«Siempre me ha gustado la Copa porque cuando tienes una plantilla amplia te permite que puedan competir todos –argumenta–. Si sólo juegas un partido por semana, juegan once, otros siete están en el banquillo y hay otros cinco o seis que se quedan fuera; aunque hayan entrenado muy bien durante la semana, no tienen la posibilidad de jugar. Para mí es muy duro y para los jugadores tambien, así que estos partidos son bienvenidos», insiste el técnico. Así que, en un torneo que ofrece más posibilidades de premio que la Liga pero no tantas como para democratizar la ilusión, Mendilibar encuentra la motivación en el absoluto pragmatismo: a más eliminatorias superadas, más minutos para repartir. Y nada más, mientras el torneo no empiece a generar otras expectativas; algo para lo que, en el mejor de los casos, faltarían aún tres meses y otras tantas eliminatorias.

Lo único cierto de momento es que hay partido en Gijón. Allí, el Sporting se enfrentará a un Eibar muy diferente al que ha sumado once puntos en el primer cuarto liguero. Diferente en nombres, puntualiza Mendilibar. Muy diferente, de hecho, porque se espera que en El Molinón jueguen de inicio los once futbolistas que menos minutos llevan disputados esta temporada, con alguna excepción forzosa porque los números no dan más de sí: con Escalante lesionado, uno de los dos mediocentros habituales, Diop o Jordán, se quedará sin descanso para acompañar a Sergio Álvarez en el pivote.

No parece que Areitio vaya a colocarse bajo palos, así que las novedades más destacadas afectarán a la defensa. Paulo Oliveira, recuperado de la rotura fibrilar que le ha hecho perderse los dos últimos encuentros, será de la partida. Posiblemente hasta el descanso aunque, aseguró su técnico, «está como para jugar los noventa minutos». Y, además, con Rubén Peña en casa, Jordi Calavera debutará por fin de manera oficial con la camiseta azulgrana. A no ser que tampoco esta vez esté totalmente covencido Mendilibar y el lateral derecho sea para Arbilla.

Porque tampoco en Copa se regalan minutos. «Estos partidos los juegan los que hacen méritos», subraya el entrenador azulgrana, que por eso está convencido de que su equipo está «preparado para competir». Con otros nombres propios pero «con la misma idea de fútbol». Y con el mismo objetivo que en cualquier otro partido, aunque tratándose de la Copa, admite matices. «Es una eliminatoria –recuerda el zaldibartarra–, así que vamos a intentar hacer un buen partido y conseguir un buen resultado para la vuelta; si es la victoria, mucho mejor». Mejor para el torneo y mejor en general «porque les sentará bien a los que jueguen y le sentará bien al equipo; el domingo contra el Alavés será otra competición y otro partido muy diferente pero siempre se va de otra manera después de haber ganado», admite.

Es posible que precisamente por eso la Copa seduzca también a un rival al que las cosas no le van bien en Liga. Aunque no ha perdido todavía en El Molinón, el Sporting acumula cinco jornadas sin conocer la victoria, no despega en la clasificación y tiene cuestionado a su técnico desde hace semanas. «Una victoria hoy les sentaría muy bien», cree Mendilibar.

Al igual que el Eibar, el equipo rojiblanco la buscará con los futbolistas menos habituales en Liga, como ya ha hecho en las dos eliminatorias previas ante Numancia y Rayo Majadahonda. Pero también como los guipuzcoanos, mantendrá su estilo. O al menos es lo que espera Mendilibar, que prevé un Sporting «concentrado en defender para buscar después la contra con velocidad. Igual en su campo, en un torneo diferente, van más arriba –aventura–. Pero es más de contragolpes que de posesiones largas». Algo que quizá sea «más peligroso para nosotros, como se vio en Vigo».

Pedro León ya trabaja con el grupo

La enfermería azulgrana ha alcanzado su pico de ocupación pero ya empieza a vaciarse. Paulo Oliveira ha sido el primero en encontrar el camino de salida e incluso ha viajado a Gijón.

Aunque el resto se demore más, las buenas noticias son generalizadas. Muy esperada la de Pedro León, que ya entrena con el grupo. Si no hay contratiempos, podría reaparecer en el partido posterior al parón, frente al Real Madrid, o una semana después en Vallecas. Gonzalo Escalante, también con una hernia aunque sin quirófano, se incorporará mañana al grupo y su reaparición podría producirse en fechas similares a las del centrocampista murciano.

Bastante antes se espera a Sergi Enrich. Parece complicado que se arriesgue con la recuperación de su microrrotura jugando el domingo ante el Alavés, aunque no está descartado. Tampoco Dmitrovic, que se ha perdido los dos últimos partidos por una pubalgia y es duda para el derbi.A.U.L.