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brasilia

El juez que condenó a Lula acepta ser ministro de Justicia de Bolsonaro

El juez Sergio Moro, responsable de la Operación Lava Jato y de la condena de Luiz Inácio Lula da Silva por corrupción pasiva, aceptó ayer la propuesta del ultraderechista Jair Bolsonaro para ser ministro de Justicia de su Gobierno, que asumirá el 1 de enero.

El presidente electo de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, consiguió reclutar al juez Sergio Moro como ministro de Justicia, sumando a su equipo una figura emblemática de la lucha contra la corrupción, cuestión de que hizo bandera en campaña.

El Ministerio de Justicia absorberá, bajo el mando del magistrado la cartera de Seguridad Pública, creada en febrero para tratar de coordinar los esfuerzos de los estados en el combate contra el crimen organizado.

«¡Su agenda anticorrupción, anti crimen organizado, con el respeto de la Constitución y las leyes, será nuestro norte!», tuiteó Bolsonaro tras el «sí» del juez Moro. «La perspectiva de implementar una fuerte agenda contra la corrupción y contra el crimen organizado, respetando la Constitución, la ley y los derechos, me han llevado a tomar esta decisión», agregó el juez.

Su actuación está identificada con la Operación Lava Jato, que desde 2014 puso al descubierto una vasta trama de sobornos pagados por constructoras a políticos de casi todos los partidos para obtener contratos en la estatal Petrobras. Sus sentencias llevaron a la cárcel a empresarios y políticos, entre ellos al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, condenado por corrupción pasiva y lavado de dinero.

La defensa de Lula, que siempre denunció un sesgo político en las decisiones de Moro, pidió su absolución en otro caso alegando que la incorporación del juez al Gobierno demuestra que Da Silva es víctima de «lawfare» (uso de las leyes con fines de persecución política).

La presencia de Moro en el Gobierno puede significar, según analistas, una garantía de legalidad para Bolsonaro ante sus muchas declaraciones contrarias a los derechos humanos y de admiración por la dictadura. Y también «una manera de fortalecer su vínculo con quienes le votaron por su bandera contra la corrupción», según expertos, que creen que «Moro siempre tuvo una actitud política« y muchas de sus decisiones «interfirieron en la dinámica de la política brasileña», en referencia a oportunas filtraciones y de declaraciones acusatorias contra Lula a una semana de la primera vuelta de las elecciones.

El Partido de los Trabajadores de Brasil (PT) afirmó que el juez «muestra su parcialidad en la Lava Jato al aceptar» ser ministro con Bolsonaro «quien sólo consiguió elegirse porque Lula fue injustamente condenado e impedido de participar en las elecciones» por la actuación de Moro, escribió su presidenta, Gleisi Hoffmann, en Twitter. «Ayudando a elegir, ayudando a gobernar…», indicó Hoffmann, quien denunció la «politización» del magistrado.