GARA
BUENOS AIRES

Trump se hace de rogar en el G20 y Putin acoge efusivo a Bin Salman

El variable humor de Donald Trump impuso el tono en el comienzo del G20 en un clima de tensión por el conflicto de Ucrania con Rusia, la guerra comercial entre EEUU y China, y la incómoda presencia de Mohamed Bin Salman.

El presidente de EEUU, Donald Trump, se mostró de excelente humor en sus primeras apariciones en el foro que reúne a los líderes de las 20 países más potentes y emergentes del planeta en un momento de crisis para el multilateralismo. Así, se felicitó de uno de los pocos momentos de consenso en este G20, la firma del nuevo tratado de libre comercio entre EEUU, México y Canadá tras meses de tensión. El T-MEC, que reemplaza al TLCAN derribado por Trump con la bandera de mejores condiciones para EEUU, aún debe obtener el visto bueno parlamentario de los tres países.

Trump orientó su mal humor hacia Twitter ante la renovada amenaza de la investigación sobre la trama rusa en EEUU clamando por la «caza de brujas». En ese contexto, unas horas antes de llegar a la cumbre anuló la cita que había fijado con el presidente ruso, Vladimir Putin, argumentando el conflicto entre Rusia y Ucrania. Pero el punto culminante del G20 y del que están pendientes gobiernos, mercados y empresas será la reunión de hoy entre Trump y su homólogo chino, Xi Jinping.

Antes de iniciar su viaje, Trump se mostró reticente: «Creo que estamos muy cerca de hacer algo con China, pero no sé si quiero hacerlo». Ayer volvió al optimismo y aseguró que hay algunas buenas señales en las conversaciones con China. «Estamos trabajando muy duro. Sería bueno si pudiéramos lograr un acuerdo. Creo que quieren. Creo que a nosotros nos gustaría también. Veremos». Según el diario estatal “China Daily”, «Pekín quiere un acuerdo, al igual que Washington», pero «si hubiera otras aspiraciones, como aprovechar la disputa comercial para frenar el crecimiento chino, es poco probable que se alcance un acuerdo».

Trump impuso aranceles que alcanzaron 300.000 millones de dólares, incluyendo 250.000 millones de sobre productos chinos, y afectaron a importaciones de acero y aluminio de otros países. Y China no tardó en reaccionar con medidas recíprocas, lo que ha avivado la «guerra comercial» que ya ha hecho perder valor a empresas estadounidenses y europeas. Y EEUU prepara la próxima batería de aumentos de aranceles para el 1 de enero.

Trump debe también medir fuerzas con el presidente francés, Emmanuel Macron, quien pretende incluir en los primeros puntos de la agenda del G20 el calentamiento global. El presidente de EEUU, quien no se cansa de poner en duda el cambio climático, retiró a su país de los acuerdos ambientales de París. Tanto Macron como el resto de líderes de la UE pasan en Buenos Aires un test para evitar ser relegados a un segundo plano.

Chocando palmas

Por su parte, Putin llegó con espíritu combativo al denunciar las «prácticas viciosas» de las «sanciones unilaterales» y del proteccionismo comercial.

En su entrada, el presidente ruso saludó con entusiasmo, chocando palmas, al príncipe saudí Mohamed bin Salman (MBS), bajo el foco de la sospecha por la muerte del periodista Jamal Khashoggi. Si la compañía de Bin Salman resulta incómoda para los líderes del G20 –quedó relegado en la foto de familia–, Putin no pareció preocupado por ello, y compartió bromas y risas. Macron mantuvo un breve encuentro con un sonriente príncipe en el que aseguró haberse mostrado «firme».

 

trumpen umoreak g20koen tonua ezarri du

G20koen gailurreko lehen orduetan, Donald Trump AEBetako presidentea pozik agertu zen AEBek, Mexikok eta Kanadak Merkataritza Itun berria sinatu izanagatik, hain zuzen Trumpek berak atzera botatako NAFTA ordezkatuko duena. «Russiagate»-en inguruko ikerketagatik haserre, Trumpek bertan behera utzi du Vladimir Putinekin aurreikusitako bilera, Ukraina eta Errusiaren arteko liskarrak argudiatuz. Mohamed Bin Salman printze saudiaren parte hartzeak ere tentsioa handitu du, Putinek agur adeitsua egin zion arren.