Los operarios están sacando del edificio numerosos tablones y material eléctrico, que cargan en grandes contenedores que los camiones sacan de la plaza cuando están llenos.
La plaza de la Navarrería, en la que se ubica el palacio, sigue estando vigilada por dotaciones de Policía española y Policía Foral, aunque hoy se permite el tránsito de peatones por el lugar.
Ana García, propietaria de un comercio de la plaza, ha señalado a los periodistas que ayer pudo abrir el local, pero no vendió nada, ya que la zona estaba cortada por la Policía y solo se dejaba pasar a los vecinos que se identificaban.
«Hoy la cosa está más relajada», ha comentado la propietaria del comercio, que ha considerado que hoy tampoco venderá nada y «mañana no sé qué pasará, porque de momento han dicho que hasta el jueves, pero se puede alargar más» el operativo.