
La aprobación de la reforma constitucional ha avanzado en un periodo extraordinario y faculta al Congreso mexicano a expedir tres leyes: la orgánica de la Guardia Nacional, la general del uso legítimo de la fuerza y la nacional del registro de detenidos.
La aprobación, en lo general, se ha dado con 362 votos a favor, 119 en contra y cuatro abstenciones, con lo que ha obtenido la mayoría calificada requerida, es decir, dos terceras partes de los votos, y acto seguido ha comenzado la discusión en lo particular de las reservas a ocho artículos constitucionales y a siete de transitorios.
El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), partido al que pertenece el presidente Andrés Manuel López Obrador y con mayoría en la Cámara de Diputados, ha sumado votos de legisladores de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista (PVEM), Encuentro Social (PES) y de la Revolución Democrática (PRD) para sacar adelante el dictamen, que posteriormente será enviado al Senado para su análisis y eventual aprobación.
En la sesión, los legisladores del partido Movimiento Ciudadano (MC) han manifestado su rechazo a la aprobación y han ocupado la tribuna con camisetas que llevaban escrita la leyenda «La guerra no hace la paz».
El dictamen ha definido a la Guardia Nacional «como una institución policial de la Federación responsable de las tareas de seguridad pública y de la preservación de los bienes y recursos de la nación, adscrita a la Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC)». Además, ha establecido que «será una institución de seguridad pública de carácter y dirección civil, con una junta de jefes de Estado Mayor» compuesta por integrantes de las secretarías (ministerios) de Seguridad y Protección Ciudadana, de la Defensa Nacional (Sedena) y de Marina (Semar).

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