@MartxeloDiaz
IRUÑEA

Emoción hasta el último segundo

La Ley del Mapa Local es ya una realidad. Finalmente, se han conseguido los 26 votos necesarios para aprobarla. Pero toda la mañana ha estado marcada por las dudas de un desmarque del acuerdo al que se llegó ayer con Orain Bai.

Fanny Carrillo, en una imagen de archivo. (PARLAMENTO DE NAFARROA)
Fanny Carrillo, en una imagen de archivo. (PARLAMENTO DE NAFARROA)

Los parlamentarios de Orain Bai han hecho gala de su independencia, traducida en la posibilidad de votar al margen de las directrices. Fanny Carrillo lo hizo, por ejemplo en el tema del IRPF de las madres.

El acuerdo existía pero persistían las dudas de si finalmente podría llevarse a cabo. Laura Pérez, en declaraciones a los medios, confirmaba que ella votaría a favor de la ley. Pero persistían las dudas sobre qué harían sus compañeros de grupo.

Rubén Velasco, uno de quienes más críticas había hecho a la ley, ha sido quien ha intervenido en nombre del grupo que comparten Orain Bai y Podemos-Ahal Dugu. Lo ha hecho en el turno a favor, lo que, al menos en teoría, contribuía a tranquilizar los ánimos. Su intervención ha sido extraña. Ha puesto el acento en los elementos más negativos de la norma, pero la introducción de algunas demandas sindicales en la reunión del cuatripartito con Orain Bai del miércoles le ha servido de justificación para apoyar la ley. Todo ello con alusiones a «Dios y a la Historia» para eludir la responsabilidad de ser quienes tumbaran «tan magno proyecto». Lo que faltaba para el sainete.

Todos las miradas se han fijado en ese momento en Fanny Carrillo, que era quien podía frustar la aprobación. Carrillo ha pasado poco tiempo en el hemiciclo. Primero ha conversado con Laura Pérez. Posteriormente, ha vuelto a salir y durante muchos minutos ha estado con un miembro de Orain Bai, que aparentemente le intentaba convencer de que no se desmarcase. El lenguaje corporal reflejaba que existía tensión.

Mientras, los portavoces de la oposición seguían lanzando desde la tribuna cantos de sirena para atraer a algún díscolo de Orain Bai.

Carrillo ha vuelto al hemiciclo escasos minutos antes de la votación. Primero se ha votado una enmienda. El resultado ha sido 26/24. Parecía que la sangre no iba a llegar al río, pero todavía persistían las dudas. En la siguiente enmienda se ha repetido el 26/24.

Parlamentarios de Orain Bai dijeron que no decidirían su voto hasta el último minuto. Realmente ha sido hasta el último segundo. En la votación del dictamen iban subiendo los dígitos de los votos conforme pasaba el tiempo, pero faltaba el de Carrillo, que no ha pulsado el botón prácticamente hasta el último segundo. Ha habido tiros libres de Drazen Petrovic con el tiempo acabado en los que había menos tensión. Luego, se ha derrumbado ostensiblemente sobre el ordenador como si hubiera tenido que hacer un esfuerzo sobrehumano para votar lo que ha votado. En ese momento, medio hemiciclo y la mayoría del público ha empezado a aplaudir.

Entre los electos locales que han acudido a la votación del Parlamento la satisfacción era la nota dominante. Pero no ocultaban la tensión que habían vivido hasta el último momento y no alcanzaban a comprender a qué se debía tanta resistencia. Especialmente, cuando había ya un acuerdo previo.