Esta familia jarrillera lleva recogidas en la plataforma change.org más de 182.650 firmas para reclamar la despenalización de la eutanasia, ya que, según han recordado los allegados de Maribel, existe una propuesta de ley que ya regula la eutanasia, que se encuentra admitida a trámite, pero que la presidencia del Congreso la tiene «bloqueada». Por ello, la petición seguirá abierta hasta la consecución del objetivo.
Con la entrega de estas firmas buscan dar «un impulso definitivo a esta ley», no solo por la situación de su madre, que tiene 75 años y le diagnosticaron alzheimer hace 12, sino «para que se respete el derecho del 100% de la ciudadanía».
Los familiares de Maribel cuentan con el respaldo del Ayuntamiento de Portugalete, cuya Corporación municipal ha aprobado recientemente una declaración institucional a favor de la despenalización de la eutanasia.
«Ayudarla a marchar»
En la petición a través de change.org, su hijo recuerda como su madre le hizo prometer que la ayudarían a "«marchar» el día que no recordara ni les reconociera. Tras explicar que la batalla ha sido «larga y dura», pero, al final, «esta enfermedad siempre acaba ganando», afirma que «nadie puede imaginar el grado de impotencia que sentimos al ver llorar y hacer gestos de dolor a la mujer que más queremos, sin ser capaces de ayudarla».
«Pidió no vivir sin lucidez, pidió no vivir con dolor, pidió no vivir sin poder recordar, pidió no vivir así, y así precisamente lo hizo constar en su Documento de Voluntades Anticipadas cuando estaba en plenas facultades mentales, pero nosotros no podemos cumplir con su voluntad porque el Estado determina que mi ama debe seguir sufriendo», censura.
Por ello, pide el apoyo de la ciudadanía para conseguir que la Comisión de Sanidad en el Congreso de los Diputados apruebe la despenalización de la eutanasia y el suicidio médicamente asistido, porque «llevan años presentando propuestas, pero ninguna ha prosperado todavía y es momento de hacerlas realidad». «La gente me dice que si le quitase la vida a mi madre, ese acto me generaría un remordimiento de por vida. El remordimiento es el que tengo ahora por permitir que mi madre viva así, o mejor dicho, por mantener el cuerpo de mi madre con vida», afirma.
El hijo de Maribel recuerda que el Código Penal contempla una condena de privación de libertad entre dos y ocho años para aquellas personas que practiquen la eutanasia, pero subraya que la Constitución española «permitió que el Estado español pasase de un régimen dictatorial a un estado social y democrático de derecho que propugna como valores superiores del ordenamiento jurídico la libertad, la justicia y la igualdad». Por ello, se pregunta si le van a «castigar con una privación de libertad de dos a ochos años, por defender la libertad» de su madre.
«¿Acaso tenemos unos políticos ignorantes, que no conocen el sufrimiento de miles de pacientes con enfermedades terminales y degenerativas, terriblemente dolorosas mental y físicamente y que no tienen cura alguna? Si es así, no deberían ocupar esos puestos. Ellos son los creadores de una ley que obliga a mi ama a esta degradación humana y ese dolor continuo», denuncia, para señalar que tiene dos opciones, que su madre «deje de sufrir, tenga una muerte digna» y él vaya a la cárcel, o permanecer «libre» pero que su madre «siga sufriendo sin descanso».