Los trabajos se realizarán en marzo y se convocará un concurso público de ideas previsiblemente en abril y, en función de su resultado y viabilidad, se decidirá si se levanta o no una nueva estructura, al tiempo que el Ayuntamiento trabaja el expediente para determinar responsabilidades «a todos los niveles».
Así lo han comunicado en rueda de prensa el concejal delegado de Ciudad Habitable, Vivienda y de Ecología Urbana y Movilidad, Joxe Abaurrea, y la directora del área de Proyectos y Conservación Urbana, Cristina Arregi.
Abaurrea, quien se ha mostrado a favor de recuperar la pasarela, ha reconocido que la decisión adoptada es «muy drástica» y «una de las más difíciles» que han tomado.
El documento elaborado por IDEAM S.A (Consultoría de Estructuras de Ingeniería Civil y Edificación), señala que la cimentación existente no se puede reaprovechar y que las numerosas actuaciones de refuerzo que habría que llevar a cabo en todos los elementos principales obligarían al desmontaje total de la estructura y a la transformación de su geometría y diseño.
Estas conclusiones, así como el contenido del informe, han sido explicadas a los integrantes de la Comisión de Urbanismo tanto por los responsables del área como por los ingenieros que han liderado el equipo evaluador de IDEAM, Francisco Millanes y Miguel Ortega.
Han determinado, tras dos años y medio de estudio, alegaciones y reestudio, que la pasarela, «por sus condiciones de diseño, dimensionamiento y ejecución, no permite garantizar los niveles de seguridad y funcionalidad exigibles de acuerdo con el marco reglamentario y normativo vigente, por lo que no resulta apta para su puesta en servicio».
«Dadas las necesidades de actuación que se requerirían para subsanar las deficiencias detectadas, entendemos que en la situación y configuración actual no es viable técnica, ni económicamente su reparación y teniendo en cuenta su estado de conservación y el riesgo que presenta el descuelgue por corrosión generalizada de las placas inferiores, se propone su pronta retirada y plantear un nuevo diseño», concluye el informe.
El Ayuntamiento también valora sacar una contrata a concurso para revisar el estado de todos los puentes y pasarelas, ya que tras haber encontrado en este expediente «presuntas irregularidades y aparentes negligencias, parece evidente que un ejercicio de responsabilidad es evaluar la situación de otras infraestructuras similares», ha explicado.
Abaurrea ha subrayado el alto coste que una actuación que se hizo sin «las suficientes garantías» ha tenido para la ciudad.
Ha costado más de 1,2 millones de euros entre proyecto, ejecución y revisión ante posible colapso (riesgo confirmado ahora), a los que habría que sumar el coste del desmontaje que, en una primera estimación, se prevé que ascienda a entre 35.000 y 40.000 euros.
El diseño fue adjudicado por concurso al equipo constituido por Boreas Nuevas Tecnologías S.L., Óscar Pérez Silanes, Carlos Pereda Iglesias e Ignacio Olite Lumbreras. La construcción de la pasarela la llevó a cabo Arian Construcción y Gestión de Infraestructuras S.A y TEUSA Técnicas de Restauración.
Los responsables municipales han repasado los pasos dados desde que en febrero de 2016 se produjo el desprendimiento de algunas chapas y que llevó a su cierre meses después debido a las dudas que existían sobre su estabilidad.
Además se abrieron expedientes de depuración de responsabilidades, ante los que el equipo redactor presentó un informe defendiendo la idoneidad técnica del diseño en cuanto a su capacidad portante así como a la correcta ejecución de las obras.
Ante esa divergencia, el Ayuntamiento solicitó uno nuevo a la consultoría de Estructuras de Ingeniería Civil y Edificación IDEAM, empresa neutral sobre la que mostraron su acuerdo todas las partes.
En sus conclusiones preliminares, presentadas el pasado octubre, ya mostraba «serias dudas» sobre la capacidad de resistencia, por lo que debía permanecer cerrada. El informe definitivo incide en la misma línea y concluye que «la reparación no es viable».