La victoria del lunes en El Alcoraz, sobre todo, supuso para el Athletic un alivio en términos de clasificación, en la medida en que le aleja de los puestos de descenso hasta los 7 puntos o, lo que es lo mismo, más de dos victorias ya. Esto es tan cierto como que ahora está más cerca de las plazas que permiten jugar en Europa que del infierno.
Sin embargo, esa es la lectura que Gaizka Garitano no quiere hacer para no dar pábulo a la relajación, no vaya a ser que alguien dé por olvidado el bache, ya que un par de tropiezos volverían a situar al equipo rojiblanco a pies de los caballos. De hecho, la última media hora en Huesca fue de lo que peor se ha visto de este equipo en toda la temporada. Con Herrerín, Yeray e Iñigo Martínez aguantando el asedio como si el área fuera “El Álamo”, mientras sus compañeros eran incapaces de poner un poco de sentido común al juego.
Si el Huesca contara con alguien arriba con un poco de gol otro gallo habría cantado, aunque si lo tuviera no sería el colista con mayúsculas de la categoría. Con otro rival, al Athletic no le hubiera bastado con marcar un gol en el minuto 19 y dejar pasar el tiempo para lograr la victoria. Por algo dijo Garitano lo de que «me hacen gracia los que hablan de Europa» y es que su equipo ha tomado aire a efectos clasificatorios, pero mantiene la crisis de juego.
Ni goles ni ocasiones
El Athletic sigue negado de cara a gol. Lleva solo 24 en otras tantas jornadas. Únicamente dos equipos ofrecen peores datos, uno es el propio Huesca (lleva 23) y el otro, el Valladolid (19). Con 24 también está el Valencia.
El lunes, las ocasiones las tuvieron Williams –se quedó solo en un mano a mano con Santamaría y, de todas las opciones, optó por pegarle al muñeco– y Raúl García, y las fallaron. Sus acompañantes arriba, Susaeta y Muniain, no fallaron porque tampoco las generaron, y sus sustitutos en la segunda parte, Ibai y Córdoba, no aportaron nada nuevo, ni siquiera aire fresco.
También salió Kodro, pero fue a falta de 5 minutos, más para perder tiempo que para causar peligro o aportar pausa. Sigue sin quedar claro cuál es el sentido de este fichaje, salvo lo de colgar balones al área cuando el Athletic va por detrás en el marcador al final de los partidos, caso que no era el de Huesca.
Botella medio llena
Pero, el mal partido del Athletic, también deja lecturas positivas al margen del desahogo clasificatorio. En la primera parte de la temporada, jugando igual de mal, el equipo vizcaíno perdía y, con la llegada del técnico de Derio, la retaguardia se ha puesto las pilas y ha dejado de ser un coladero. Ese trabajo defensivo a destajo le está permitiendo sacar adelante los resultados a poco que acierten los de arriba.
En este cometido, tanto Herrín como los tres centrales, Yeray e Iñigo y Unai Núñez, cuando sale, está resolviendo los problemas con notable.
Esta ha sido la gran aportación de Garitano tras la etapa de Berizzo. Sacar al equipo de la zona de riesgo, sea como sea. Y en ello está y por eso pone cara de alucinado cuando se habla de Europa. Que le hablen de Europa al Celta y al Villarreal en estos momentos, piensa el entrenador de Derio.
En cualquier caso y aunque los seguidores rojiblancos no deban perder el norte, el hecho cierto es que el Athletic es uno de los mejores, en cuanto a resultados, en los últimos meses. De hecho, en lo que llevamos de 2019 ha sumado 14 puntos y solo le superan el Barcelona con 17, la Real y el Madrid con 15. Por cierto que el Huesca llevaba una buena racha. Era el octavo con 10 hasta que pasó lo del lunes.
La botella, por tanto, está medio llena para el Athletic.
Dani García tratará de controlar sus emociones
El centrocampista del Athletic y ex del Eibar, Dani García, reconoció ayer que en el partido de la primera vuelta en Ipurua jugó uno de sus «peores partidos. No supe controlar bien las emociones. Si juego el sábado espero poder hacerlo, estar concentrado en hacer un buen partido y no dar más vueltas a que los que están enfrente fueron tus compañeros. Ha pasado ya un tiempo y creo que lo habré superado», se sinceró.
Admitió también que lo pasó mal después de los graves errores que cometió frente al Valladolid, sobre todo, y más tarde en el derbi de Anoeta, aunque cree haber pasado página con la ayuda de sus compañeros. «Sé lo que pasó. En Anoeta tuve un gran fallo y contra el Valladolid también. Bastante tuve con pasarlo mal con el Valladolid, así que en Anoeta pensé que no valía la pena amargarme. Me fui unos días con mis compañeros para desconectar y creo que me vino bien», confesó animado porque su actuación contra el Barcelona fue mucho mejor. GARA