Fueron los grandes señalados en el fiasco copero y el descalabro que les hizo un ex como Laprovittola en Madrid, pero Luca Vildoza y, sobre todo, Marcelinho Huertas, han recuperado la sonrisa para guiar a un gris y trabado Baskonia que se mantiene en la pelea por entrar en los cruces de Euroliga tras vencer por 80-73 a un correoso Zalgiris en Zurbano.
El partido ha arrancado claramente con el ritmo pausado buscado por Jasikevicius, muy lejos de los cánones actuales del baloncesto, sin apenas transiciones rápidas ni triples. Dos triples de Vildoza, con adicional, y de Janning, con tablero, han dado une pequeña reta a los de Perasovic que, no obstante, no trasmitían buenas sensaciones.
Idea que se ha confirmado enseguida, con los baskonistas necesitando tres minutos para volver a anotar. El técnico local ha tenido que echar mano de Huertas para apretar atrás y, por fin, comenzar a correr. Con ritmo, intensidad y showtime, un parcial de 10-1 ha dado aire a los locales antes del descanso.
Sin continuidad
No están, sin embargo, los alaveses con el juego necesario como para mantener el ritmo durante mucho tiempo y Zalgiris ha vuelto al partido en la reanudación, acercándose a solo cuatro puntos (43-39), momento en el que el entrenador baskonista ha tenido que volver a recurrir al base brasileño, que ha vuelto a dar aire al equipo, esta vez desde la línea de 6,75, con triples de Hilliard, Vildoza y dos de Voigtmann (59-50), parar terminar siete por arriba (59-52).
La prueba con dos bases ha convencido a Perasovic y a Vildoza, que e ha contagiado de la alegría de su compañero en tareas organizativas, siendo el principal puntal ofensivo baskonista desde la línea de tres, algo a lo que no ha recurrido Zalgiris y que le ha penalizado en el intercambio de golpes final. Página especial de NAIZ