Una marea morada ha inundado esta tarde las calles de Gasteiz. Más de 25.000 personas han participado en la manifestación más grande que se recuerda en los últimos años. Una cita histórica que ha partido de la plaza Zuberoa y ha finalizado en la plaza de la Virgen Blanca.
Allí dos integrantes del movimiento feminista han remarcado que hoy las mujeres, «con el puño cerrado, le hemos dicho no al sistema que nos oprime. Al capitalismo que nos explota y nos expropia, al colonialismo que ahonda en la jerarquía entre personas y pueblos, al capacitismo que divide la sociedad en personas válidas e invalidas, a la heteronorma que nos impone una única forma de relacionarse y un solo modelo de cuerpo, al patriarcado que nos golpea a diario con ataques machistas».
Y han recordado que «faltan muchas mujeres en la huelga: las asesinadas, las que están presas en cárceles y CIES, las que debido a la explotación que sufren no pueden faltar al trabajo… Por todas vosotras también estamos nosotras aquí». «Somos la fuerza que terminará con la violencia machista, con la injusticia patriarcal, con la patologización trans, con la ley de extranjería y con los privilegios de las clases dominantes», han añadido.
Asimismo, ha alertado de los peligros que se ciernen, como son el ascenso de la extrema derecha, la criminalización de la lucha social, el colapso ecológico y la precarización de las condiciones de vida. «Frente a todo esto el movimiento feminista de Euskal Herria es el frente para confrontar y crear alternativas. ¡Vamos hacia adelante sin pausa, no nos van a parar! ¡Llevamos un mundo nuevo en el corazón! ¡La revolución será feminista!», han manifestado, antes de preguntar «dónde está la responsabilidad de hombres e instituciones».
«¿Cuáles son las medidas concretas que se van a tomar el próximo año? Los trabajos de cuidados siguen feminizados y privatizadas y se basan en la explotación. Por eso no nos sirven gestos superficiales ni migajas dirigidas al 1% de las mujeres. Exigimos políticas feministas valientes, y no instituciones para beneficio de hombres empresarios blancos», han señalado, y han propuesto algunas medidas para revertir esta situación.
Así, ha reclamado un sistema de cuidados público y gratuito, medidas para acabar con la precariedad, especialmente con la que padecen las empleadas del hogar, y han pedido que desaparezca la figura de la trabajadora de hogar interna. Además, han reivindicado una pensión de 1.080 euros y el desarrollo del estatuto de las mujeres baserritarras. «Estamos escribiendo un nuevo capítulo en la historia, y nadie nos va a robar el protagonismo», han subrayado ante los presentes, que no han dejado de corear la consigna más escuchada hoy en las calles de Gasteiz: «Gora borroka feminista!».
Desde la mañana
Este ha sido el broche a una jornada de huelga que ha arrancado temprano, cuando los piquetes han tomado las zonas comerciales de la ciudad. La primera cita importante estaba convocada en la Plaza Nueva, pero para las doce del mediodía ya se veía que iba a superar los arcos que la circundan y ocupar también la de la Virgen Blanca. Miles de mujeres, muchas de ellas muy jóvenes, daban gritos de «Gora borroka feminista!» o se ponían a botar entre gritos de «Machirulo el que no bote».
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Tras unos veinte minutos de concentración, la pancarta ha echado a andar hacia la calle Olaguibel, donde se concentran la Subdelegación del Gobierno español, la comisaría de la Policía española, la sede del PP y, el objetivo de la marcha, el edificio de los antiguos juzgados, que en su cúspide luce todavía el escudo de la España franquista.
Las manifestantes se están concentrando en la Calle Olaguibel ante la Comisaría, la Subdelegación del Gobierno y la sede del PP #M8Grebafeminista pic.twitter.com/k17kboVGwO
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Con la calle ya repleta de gente y la Plaza Nueva todavía sin vaciar, se ha llevado a cabo un plante antifascista y un simbólico precinto de las puertas del edificio que se encuentra cerrado y vacío.
En todo momento, el ambiente ha combinado la reivindicación y el desenfado, con gritos como «La talla 38 nos aprieta el chocho» y «Menos batallas y más orgías». Muchas de las manifestantes llevaban pelucas de color morado y la mayoría de ellas alguna prenda de ese color. También se han visto multitud de pequeñas pancartas individuales, con los eslóganes más variados, como el que ponía en duda que se pueda florecer «entre tanto capullo».
Tras la concentración en la calle Olaguibel, la manifestación ha regresado hacia su punto de inicio. Para encones, por todo el centro de Gasteiz, se podía ver a otras miles de mujeres con pegatinas de la huelga feminista, lazos lilas y todo tipo de formulas para hacer patente su reivindicación feminista.
¿Qué cuanta gente ha habido en esta primera manifestación? Difícil contarla por la forma en la que se ha producido. En cualquier caso, ha sido una movilización impresionante.