A la firma, celebrada en el Palacio de Nafarroa, han asistido la presidenta del Parlamento, Ainhoa Aznárez y los vicepresidentes del Gobierno Manu Ayerdi y Miguel Laparra, de forma que han estado presentes las tres instituciones del herrialde, la presidenta de Nafarroa, el Ejecutivo y el Legislativo.

Tras la firma, Barkos ha indicado que 2019 «se conforma como un año electoral clave» para Nafarroa, el Estado y Europa, ya que en un periodo inferior al mes, entre el 28 de abril y el 26 de mayo, habrá elecciones en todos los ámbitos, también concejiles y municipales.

La presidenta ha mostrado además su «satisfacción» con la legislatura que termina por el «relevo» político tanto en el Gobierno como en el Parlamento, así como en diversos ayuntamientos, y por la «estabilidad» con la que se ha gestionado.

En este sentido ha puntualizado que afronta las próximas elecciones autonómicas con la «ambición» de ganar para poder después «sumar más allá de lo que hoy son esos 26 escaños» del cuatripartito, para que así «el diálogo dote de estabilidad».

Convencida de que las urnas arrojarán la misma «pluralidad» y «diversidad» que desde 1999 refleja el Parlamento de Nafarroa, ha puesto en valor la voluntad del cuatripartito, pese a las «diferencias» y «tensiones», de anteponer el «interés general» en la búsqueda de «acuerdos significativos» para el presente y el futuro de la comunidad.

Ha reconocido sin embargo que, aunque se ha marcado «el rumbo» en todos los asuntos importantes, la falta de experiencia y un «ambicioso acuerdo programático» ha supuesto que, pese al «intenso» trabajo llevado a cabo, no todo lo previsto se ha podido cumplir.

«Hace falta mas tiempo», ha dicho, y ha deseado que pueda contar con un segundo mandato en la nueva legislatura, en la que no ha dudado de que seguirán siendo necesarios los acuerdos, que le gustaría que fueran «lo más amplios posibles».

Barkos ha subrayado en todo caso que tras cuatro años de Gobierno del cambio, un tiempo en el que Nafarroa ha tenido que negociar en Madrid con cuatro ejecutivos distintos, el herrialde está mejor que en 2015.

Y ha destacado el saneamiento de las cuentas públicas logrado, como este fin de semana reconocía en un informe la agencia de calificación S&P, que da a Nafarroa una calificación crediticia A+ con perspectiva positiva y explica que su rating debería ser tres escalones superior al del Estado, aunque la norma sólo permite dos.

En este sentido ha señalado que «la deuda se ha contenido sin que ello haya evitado un trabajo importante en la recuperación de los recortes» y »en la inversión que debe sostener el crecimiento futuro de la comunidad», y todo pese a la «justeza financiera, porque la crisis no ha terminado».

Tras apostar por los derechos sociales, el medio ambiente y una economía circular, la presidenta se ha referido también a la política fiscal impulsada por el cuatripartito y que ha defendido y puesto en valor.

Al respecto ha indicado que Europa ˜ya está advirtiendo de la necesidad de asumir» que se debe «repartir de manera progresiva, equitativa y justa el esfuerzo» de tener una sociedad desarrollada.

En Nafarroa, ha precisado, «creemos que se ha hecho lo que la sociedad necesita», incluido que ahora «se inyecta de manera rápida liquidez a las empresas» cuando antes se «retrasaba» la devolución del IVA y el «aplazamiento de las cuentas era mucho menos positivo».

«Si la ciudadanía navarra prefiere tener una política fiscal más relajada, y por lo tanto una sociedad más débil, mas desigual, con menos inversión y sin capacidad de enfrentarse de manera civilizada y moderna a los retos de futuro y en los mismos términos que las principales potencias europeas, será que nos hemos equivocado».