@zalduariz

Un Parlament condicionado por la represión da la espalda a Torra y le pide elecciones

El Parlament ha vivido hoy una nueva tensa y confusa sesión en la que los 62 votos de Ciudadanos, PSC, En Comu Podem y PP han servido para aprobar una moción que insta a Torra a presentar una cuestión de confianza o convocar elecciones. La CUP no ha participado en la votación, pero ha suscrito la petición de nuevos comicios.

El president, Quim Torra, en una imagen de archivo. (PAU BARRENA / AFP)
El president, Quim Torra, en una imagen de archivo. (PAU BARRENA / AFP)

La moción la había presentado el PSC para subrayar «la inoperancia del Govern» y pedir al president, Quim Torra, que «se someta a una cuestión de confianza o convoque elecciones», pero no estaba previsto que recabase los votos suficientes. Sin embargo, aunque la mayoría independentista en el Parlament es clara (70 diputados sobre 135), el hecho de que cinco diputados no puedan votar (Puigdemont, Comín, Turull, Sànchez y Rull), unido al rechazo de la CUP a participar en la votación, han convertido en suficientes los 62 votos a favor de la moción para que fuese aprobada.

Se trata de una moción sin consecuencias vinculantes, pero además de suponer un serio revés para Torra, evidencia la precariedad de la mayoría independentista en la Cámara, y de forma derivada, la debilidad del actual ejecutivo.

La CUP podría haber decantado la balanza en contra de la moción, pero se ha negado a participar en la votación, habilitando de esta manera la mayoría unionista en la cámara catalana. En un comunicado posterior, la formación independentista ha «exigido al Govern que sea responsable y marque una fecha para celebrar elecciones en Catalunya». «Es necesario que se convoquen nuevas elecciones y se generen nuevos liderazgos», ha añadido la CUP.

Desde las filas de JxCat se ha echado en cara al PSC que aproveche la suspensión de varios diputados independentistas para aprobar una moción que, con los resultados originales de las elecciones del 21D nunca hubiese prosperado.

La ventaja que el unionismo saca de las decisiones del Tribunal Supremo en este sentido es evidente, pero la diferencia de criterios dentro del independentismo condiciona el discurso del soberanismo: mientras que los votos de Junqueras y Romeva siguen siendo activos –designaron un sustituto temporal–, los votos de los presos y exiliados de JxCat –y el de Comín, verso libre– están suspendidos, ya que no quisieron nombrar a sustitutos. De hecho, en un doble salto mortal con tirabuzón, Puigdemont llevó al Tribunal Constitucional la decisión del president del Parlament, Roger Torrent, de suspender a los diputados procesados por Llarena.

Torra insta a la oposición a presentar una moción de censura

Más allá del ruido generado en un contexto de precampaña electoral, lo cierto es que la moción no es vinculante, por lo que el argumentario de defensa de Torra, que se niega a adelantar las elecciones de momento –al menos hasta que llegue la sentencia del juicio– es sencillo.

El president instó ayer al unionismo a que presente una moción de censura, algo que no parece que vaya a ocurrir. Para ello tendrían que ponerse de acuerdo en un candidato alternativo.