Joseba VIVANCO

Garitano, temporada a temporada

Técnico y presidente dieron a conocer ayer la renovación del de Derio, ganada a pulso tras sacar al equipo del pozo, pero al que el próximo curso se exigirá más.

Javier Clemente confesó tras la destitución de Eduardo Berizzo que le gustaría que el Athletic le hubiera llamado para sacar del pozo al equipo. Pero, añadió, «han decidido poner a un chaval como Gaizka Garitano, que no tiene experiencia en estas situaciones, pero le deseo lo mejor. Ha estado en el filial y espero que tenga un conocimiento claro de la primera plantilla». La decisión de Josu Urrutia, tiempo al tiempo, no pudo ser más acertada y, hoy, el técnico de Derio es el principal artífice de que un equipo desnortado meses atrás esté en franca disposición de pelear por Europa a falta de ocho jornadas ligueras. El premio, al caer, cayó ayer tras la victoria ante el Levante, con su anunciada renovación hasta junio de 2020, ganada con creces. A mediodía de hoy a la partitura, el propio entrenador y el presidente, Aitor Elizegi, le pondrán la música en una comparecencia de prensa en San Mamés.

Era cuestión de tiempo, seguramente de que el propio protagonista diera por cumplido su compromiso con el club cuando dio el salto el primer equipo. Lo que sí tenía claro es que si partido a partido es como ha sacado esto adelante, temporada a temporada es como mejor enfoca su futuro. En 2014 lo decía cuando en Ipurua todo eran vino y rosas, «mi relación con el Eibar no es para toda la vida. Lo saben ellos y lo sé yo. El desgaste es terrible». Y lo que vale para los armeros también para los leones.

A Garitano pocos o ningún ´pero’ se le pueden poner desde que cogió las riendas del equipo. Pero sabe que, como sentenció en alguna ocasión, «el fútbol no es de los entrenadores, es de los futbolistas», y ningún presidente, ningún hincha, y ningún futbolista te garantiza el amor eterno. «Podría venderme más. Pero tampoco vendo humo. Trato de ser discreto porque además el fútbol no es de los entrenadores, es de los futbolistas. Y creo ciegamente en eso. El líder tiene que ser invisible cuando las cosas van bien y solo visible cuando van mal», se confesaba en aquella otra ‘mili’ que fue su estancia en A Coruña. Así es Garitano, el técnico competitivo, pasional, el que lo daría todo por seguir el fútbol no al borde del terreno de juego sino dentro, un tipo que sabe que no es la quintaesencia de los banquillos pero sí un técnico honesto, currante, donde la sonrisa ya la pone su mano derecha Patxi Ferreira, que ha probado pan de unos cuantos hornos, que ha saboreado la cal y la arena. Lo dijo a finales de marzo, al ser cuestionado sobre el deseo del presidente de renovarle, si hiciera falta, por tres temporadas: «Si pierdes eres un desastre, malísimo, y si ganas te quieren renovar cinco años. Así funcionamos los entrenadores, pasamos de ser uno bueno a mañana a las 11 de la noche el peor que hay en el mundo, vivimos en el alambre».

En el alambre

Garitano ha demostrado que era el hombre adecuado para reflotar el barco, capitaneando una nave como la del Athletic, campo abonado para un tipo de compromiso de esta índole y un ejercicio de resiliencia como el que viene de firmar este equipo. Por historia, por plantilla, por jugadores, por entorno.

O dicho de otra manera, si hay un equipo que por ADN va a estar a las duras y a las maduras, ese es el Athletic, dependa de tipos como Susaeta, San José o De Marcos, de un ‘carasucia’ como Córdoba, un potro salvaje como Yeray o unos recién llegados como Dani García, Capa o Yuri. Garitano ‘solo’ ha tenido que poner el orden necesario.

Pero como bien sabe el entrenador, la próxima temporada a este equipo y al propio Gaizka se les va a exigir más. La afición del Athletic no se conforma con ganar sufriendo, con hacer del fútbol, como diría Eduardo Galeano, «un triste viaje del placer al deber». También quiere diversión, y no solo la emoción de un penalti a favor en el descuento. Porque el alambre también es jugar como ante el Levante, el alambre es no dejar de apretar el culo hasta el minuto 90, el alambre es ganar siempre de un gol, el alambre es depender de una racha goleadora y no de un goleador... A Gaizka se le va a exigir ‘jugar mejor’, o ‘más bonito’, o más lucidez en la creación de juego... Y en el fútbol la memoria tiene las patas tan cortas como la mentira. Pero hoy es hoy. Después de todo, mañana será otro día, decía Scarlet O´hara, que vivía en el alambre.

 

Capa podría perderse cinco partidos

La lesión de Ander Capa ante el Levante no va a ser cosa de perderse un partido. Presenta una lesión de carácter moderado, de grado II, en el músculo bíceps femoral derecho, lo que podría mantenerle en el dique seco entre tres semanas y un mes, con lo que no solo no estará ante el Getafe sino algunas jornadas más, ante Rayo, Real Madrid, Leganés y veremos ante el Alavés. Pero lo más inmediato es que ante el ‘Geta’ serán bajas seguras no solo el lateral diestro sino Iker Muniain, por acumulación de tarjetas. Las dudas recaen en Dani García, con el que si no es necesario Garitano seguro que no quiere arriesgar. Veremos en qué quedan las molestias por las que se retiró también Raúl García, aunque sobre el navarro no hubo ayer parte médico del club, y todas las miradas están puestas en el posible regreso a una convocatoria de Aritz Aduriz, de baja desde el 10 de enero, y que ya entrena con total normalidad. Mañana saldremos de dudas.J.V.