Más de seis millones de israelíes están convocados a las urnas para elegir a los 120 diputados de la Knesset, con un incierto resultado sobre si el primer ministro que ha gobernado el país durante más de 13 años, Benjamin Netanyahu, o el general sin experiencia política Benny Gantz se encargará de formar el nuevo Gobierno.

Como en 2015, Netanyahu sacó un as de la manga en el último minuto al afirmar que está dispuesto a anexar las colonias judías de Cisjordania. Las colonias son ilegales desde el punto de vista del derecho internacional y casi toda la comunidad internacional las ve como un gran obstáculo para la paz, lo que no ha impedido que Israel no haya dejado de extenderlas .

Gantz, por su parte, consideró «irresponsable» el plan de anexión y se cuestionó por qué Netanyahu no ha dado ese paso «en los 13 años que ha estado en el poder». «Creo que expresarse sobre una opción estratégica e histórica en el marco de una campaña electoral es irresponsable», criticó a la vez que reiteraba su oposición a cualquier decisión «unilateral».

El líder de la coalición Azul-Blanco dijo que trabajaría por un acuerdo de paz regional y global, eso sí, «manteniéndonos fieles a nuestros principios», que Gantz identifica, como otros sionistas, en «la soberanía israelí» sobre el valle del Jordán, sobre los asentamientos en Cisjordania y sobre el conjunto de Jerusalén.

El general basa su campaña en el objetivo de poner fin a los años de Netanyahu en el poder. «Hay una necesidad de cambio, y hay una posibilidad de cambio», afirmó a la radio militar.

Con su plan de anexión, que ha provocado denuncias por parte de la OLP y de Turquía como otra violación del derecho internacional, Netanyahu busca movilizar al electorado más derechista y sionista para que voten a su partido, Likud, ante la posibilidad de un resultado muy ajustado.

«El partido más importante ahora» es la lista Azul-Blanco de Gantz, declaró Netanyahu a la red de información Arutz Sheva, «y son ellos los que van a formar Gobierno», dijo. «Hay que votar Likud porque debemos reducir la brecha», insistió.

Otras formaciones de derecha consideran, sin embargo, está táctica muy peligrosa, ya que si Likud aglutina el voto derechista, algunas de ellas podrían no acceder al Parlamento por no tener suficientes votos. Y Netanyahu podría necesitarlas para formar Gobierno. A lo largo de su campaña, el primer ministro ha reducido a sus rivales a «izquierdistas», cuando en realidad la alianza Azul-Blanco se sitúa más bien en la derecha. También ha hecho valer su experiencia en el plano internacional frente a la poca trayectoria política de su adversario.

Además, ha asegurado que el presidente estadounidense, Donald Trump, está al corriente de sus intenciones de anexión en Cisjordania.

Los últimos sondeos autorizados situaban el viernes codo a codo a Likud y a la alianza Azul-Blanco. Pero los posibles 30 escaños que podrían obtener cada uno los dejan muy lejos de la mayoría absoluta (61 de 120) y tendrían que aliarse con otras formaciones. Las proyecciones de voto para las otros partidos son más bien favorables a un bloque de derechas, dirigido por Netanyahu.

EEUU e Irán declaran «organización terrorista» a sus respectivas tropas

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que la decisión de EEUU de designar como grupo «terrorista» a la Guardia Revolucionaria iraní «responde a una importante petición» suya, y agradeció este «paso significativo en la política de maximizar la presión sobre Irán». Un regalo de campaña a Netanyahu que, según el presidente estadounidense, Donald Trump, «reconoce la realidad de que Irán no solo es un Estado patrocinador del terrorismo, sino también que el IRGC (Guardia Revolucionaria) participa, financia y promueve el terrorismo como una herramienta estatal». El Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán respondió designando al Ejecutivo de EEUU «patrocinador del terrorismo» y al mando de sus tropas desplegadas en Oriente Medio y el oeste de Asia (Centcom) y sus fuerzas como «grupo terrorista» y «responsable de implementar las políticas terroristas del Gobierno de EEUU en la región de Asia Occidental, poniendo en peligro la seguridad nacional» iraní.GARA