«Yo he pedido una prórroga hasta el 30 de junio, pero lo importante es que cualquier prórroga nos permita marcharnos cuando ratifiquemos el acuerdo de retirada, de modo que podríamos marcharnos el 22 de mayo y empezar a construir un futuro más brillante», ha asegurado May en declaraciones a la prensa en Bruselas, a su llegada a la cumbre extraordinaria de líderes de la UE.

Ha asegurado que es consciente de que hay «muchas personas frustradas por el simple hecho de que se celebre esta cumbre», porque Gran Bretaña debería de haber dejado la Unión Europea hace semanas. Ha hecho responsable de ello al Parlamento británico por ser «incapaz» de ratificar el acuerdo negociado durante dos años entre Bruselas y Londres.

May inició la semana pasada un diálogo con el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, para tratar de consensuar una fórmula que sume la mayoría parlamentaria suficiente para que sea aprobado el Tratado de Retirada que fija las reglas para un divorcio «ordenado y sin problemas».

La primera ministra británica ha pedido a los Veintisiete retrasar el Brexit hasta el 30 de junio, y se ha declarado dispuesta a organizar las elecciones europeas si para la fecha de su celebración su país sigue siendo un Estado miembro.

Sin embargo, los líderes de la UE a 27, que ya rechazaron en marzo esta fecha para una primera prórroga, dudan de que May sea capaz de lograr un acuerdo en tan poco tiempo y exploran plazos más largos para retrasar entre seis meses y un año la desconexión.

Esa propuesta incluirá condiciones muy estrictas para tratar de evitar que Gran Bretaña bloquee el funcionamiento de la UE mientras siga siendo parte del club, aunque no hay base legal para limitar la acción de un Estado miembro.

«Lo importante es que podamos marcharnos de la UE en el momento en el que ratifiquemos el Acuerdo de Retirada. Eso nos permitiría marcharnos el 22 de mayo», ha insistido May.