ATHLETIC 3
RAYO VALLECANO 2
Hace mucho, mucho tiempo me dejé embrujar por ‘‘La princesa prometida’’, con la que descubrí que una película lo podía tener todo: aventura, entretenimiento, peleas, humor, amor, incluso un final feliz, que son los que a un servidor le gustan. Mucho, mucho tiempo después me enamoré de la tierna comedia ‘‘La pesca del salmón en Yemen’’, pero sobre todo de la impronunciable ‘señorita Chetwode-Talbot’, ingenua, emocional y al tiempo cautivadora sea en desenfadado pijama o con sus húmedas pupilas a punto de desbordarse. Hay partidos de fútbol que lo tienen también todo. Sostenía el escritor y periodista argentino Osvaldo Bayer que «el fútbol es un magnífico cuento de magos, volatineros, malabaristas y hasta clowns. De titiriteros de gran proscenio. Un teatro inigualable para niños y grandes, y para niños grandes. Un encuentro humano con alegrías y lágrimas, con ruidos y espantos». Como una buena película.
El partido de ayer en San Mamés, a la hora en la que, se dice, comen las gallinas, por aquello del picoteo, tuvo de todo. Incluso un final feliz. Tuvo cinco goles, el VAR intervino hasta tres ocasiones para corregir en otras tantas decisiones al colegiado, un expulsado por dos codazos casi consecutivos, dos lesionados, un partido en que el Athletic pudo haber goleado a un expuesto Rayo con uno menos, y acabó pidiendo la hora con seis minutos de prolongación y ese 3-2 final en el luminoso.
Al final del alocado encuentro, Gaizka Garitano compareció en sala de prensa para explayarse en defensa de su equipo, recordar dónde estaban unos meses atrás y dónde ahora, poner en valor el séptimo puesto al que se ha encaramado a falta de seis jornadas y adelantarse a las dudas y murmullos por no haber sabido resolver antes un partido que siempre le fue franco. Porque el duelo entre rojiblancos y franjirojos fue una montaña rusa en la que San Mamés no acabó nada contento con los suyos en la primera mitad, pero se divirtió de lo lindo en una segunda en cuyo guión no se echó en falta de nada.
Garitano quiere a su Athletic como en ese arranque de partido en el que embotelló al Rayo en su área y al minuto y doce segundos sacó tajada en una jugada de estrategia en la que Iñaki Williams se aprovechó del ‘aclarado’ de sus compañeros para, solo, volear la falta de Beñat y que Amat desvió al fondo de la red. Que el defensor rayista lleve cuatro goles en propia puerta en toda su carrera fue una premonición. Premonición porque el Rayo es el equipo de la Liga más perjudicado por las decisiones del VAR, como se vio ayer.
El videoarbitraje dictaminó un penalti a Raúl García al cuarto de hora, que el navarro, eso sí, lanzó mal y un enorme todo el encuentro Alberto rechazó por dos veces, primero a él y luego a Yeray tras el desvío. El Rayo espabiló y pasó a tener en propiedad el esférico mientras los locales corrían trás él como gato con guantes y malgastaban todo el crédito del arranque hasta el empate de Alex Moreno cuando el vestuario oteaba en el horizonte. Y de la misma manera que el partido empezó de cara para el Athletic, arrancó el segundo acto. Amarilla, primero, para Advíncula por golpear a Raúl; al minuto, 2-1 de Williams, y apenas dos después, segunda cartulina para el peruano, esta vez, por golpear a Yuri.
Con superioridad, los leones pudieron golear a la contra a un Rayo noqueado, pero entre un egoista Williams que quiso llevarse el balón a casa con el primer triplete de su carrera –le ‘quitó’ un gol a Córdoba y privó de otro a Raúl–, contraataques mal finalizados, un chutazo de Beñat al larguero y las paradas de Alberto, solo el disparo duro de Raúl García llevó la tranquilidad a una grada que vio cómo el VAR anulaba un gol rayista pero no evitaba que Raúl de Tomás pusiera el 3-2 para desesperación de Garitano y tembleque en el graderío. Tocó apretar el trasero y la cosa acabó con final feliz en el fortín de San Mamés.
«El mundo se divide en dos categorías: los que tienen el revólver cargado y los que cavan. Tú cavas», vino a decirle el Athletic al Rayo, frase sacada de ‘‘El bueno, el feo y el malo’’, es decir, Williams, el del doblete, Raúl, el del trabajo sucio, y Advíncula, el expulsado. Y ahora el Bernabéu, pero esa será otra película.
«Hay que dar un pasito fuera de casa»
«Hemos empezado fortísimo y los primeros 20 minutos han sido lo mejor de la temporada, pasándoles por encima al Rayo y haciendo ocasiones, casi podíamos haber dejado decidido el partido en esa primera media hora. Pero cuando no matas un partido y no haces gol siempre estas pendiente de sufrir y de pedir la hora, como ha pasado». Así resumió Gaizka Garitano un partido que su equipo pudo haber ganado por goleada y en el que, reconoció, acabó mirando demasiado de reojo al marcador. «Ellos son un equipo que da muchas facilidades si les presionas arriba, pero cuando salen de esa presión tienen jugadores de mucha calidad, tampoco han hecho ocasiones, pero el portero suyo y nosotros hemos dejado el partido vivo», añadió el técnico, que mostró su satisfacción por el trabajo de sus hombres –Raúl García «ha sido el mejor de los 22. No me gusta destacar a nadie, pero ha hecho un partido increíble en todas las facetas»–, al que no quiso poner más peros que no haber estado acertados cara a portería. «Hemos estado encima de ellos, hemos robado muchos balones, hemos hecho mucho más... Estoy muy contento con el comportamiento del equipo», valoró. De Williams dijo que «a mí me gusta de delantero y no encerrado en banda», en tanto de Muniain, que jugó por la derecha, «los jugadores se tienen que adaptar, juega mejor por dentro, pero es bueno e inteligente y se deben adaptar. Él lo ha echo bien en una posición que no es la suya». El Athletic es séptimo, se encargó de recordar, adelanta al Alavés en la tabla y ya es el mejor equipo vasco en esta Liga después de haber sido el peor en 20 jornadas. Pero Garitano quiere más, no se conforma, pero avisa: «Sé que vamos a tener que ganar partidos y dar un pasito fuera de casa. Si no damos fuera ese plus más no nos va a valer para llegar. Si no lo damos no entraremos».J.V.
Dani García dice adiós y Yuri será baja un tiempo
Dani García se resintió ayer de la misma lesión de hace unas semanas, «rotura en la musculatura isquiosural de la pierna izquierda», y Garitano avanzó que «será difícil» que pueda volver antes de fin de la temporada. Yuri, con problemas desde hace tiempo en un hombro, se resintió tras una caída y, según su entrenador, ambas «pueden ser dos lesiones para tiempo». Uno y otro se suman a Capa e Ibai Gómez.