«Somos un pueblo de emprendedores. Tenemos mucho que reconstruir. Y la reconstruiremos. Más bella todavía», ha asegurado el presidente francés, Emmanuel Macron, en una alocución solemne televisada a la nación desde el palacio del Elíseo.
«Quiero que esté terminada en cinco años. Podemos hacerlo. Y para hacerlo nos movilizaremos», ha agregado Macron, que ha asegurado que en la tragedia de Notre Dame hay una oportunidad de unir al pueblo francés. El presidente ha pedido «huir de la impaciencia y de los anuncios inmediatos» y ha solicitado a la ciudadanía que se sienta «consciente de su historia» y que «aproveche la catástrofe para reflexionar sobre lo que fuimos y lo que somos, para mejorar».
Macron se ha dirigido en el mismo formato y a la misma hora en el que tenía previsto hacerlo ayer para anunciar las grandes medidas de su política para los próximos años, como respuesta al descontento mostrado por los chalecos amarillos.
Pero aquel discurso fue retrasado por el incendio de Notre Dame, al que el presidente se dirigió para ver de primera mano sus consecuencias. En un tono solemne, ha afirmado que «en los próximos días» hará esos anuncios, muchos de los cuales han sido filtrados ya a la prensa.
«El incendio de Notre Dame nos recuerda que nuestra historia no se detiene nunca, que siempre habrá dificultades que superar, que aquello que creemos indestructible puede ser dañado. Todo lo que supone la Francia, material, espiritual y vivo, es frágil. No debemos olvidarlo», ha señalado.