La Real vive una temporada complicada porque casi todas las decisiones tomadas hace un año fueron equivocadas y por las lesiones, que también pueden estar provocadas por la planificación. El primer gran error fue, cuando se decide cambiar de técnico, destituir al director deportivo que había permitido jugar en Europa en tres de las últimas cinco temporadas y que había acertado en la elección de entrenadores y la mayoría de los fichajes.
El siguiente fue poner una fecha de caducidad antes de empezar su trabajo a Imanol cuando lo mejor que pudo hacer el Consejo era dar continuidad a final de temporada al entrenador oriotarra tras los buenos resultados de las últimas nueve jornadas y encajar a la perfección en una plantilla que revitalizó con unos pocos retoques y la forma de jugar en la que sus jugadores están más cómodos.
La apuesta por un tándem con dos técnicos que para muchos resultaban incompatibles fue otro error y el segundo se marchó y el primero fue destituido antes de acabar el año. También se equivocó la Real en el perfil del entrenador porque Asier Garitano no encajaba con la forma de trabajar y entender el fútbol de sus futbolistas. Ese error se palió en parte con la vuelta de Imanol al banquillo, como se demostró cuando pudo contar con la mayor parte de sus jugadores, pero las bajas han dejado en evidencia que no solo se equivocó la Real en el staff técnico, también al confeccionar la plantilla.
El mayor error fue no fichar un recambio para Januzaj cuando se había marchado Vela en enero y se lesionó en el Mundial en una rodilla que le ha dado problemas toda la temporada y que no le dejó ni entrenarse en pretemporada. Nunca la baja de un jugador ha sido tan determinante. Solo ha podido jugar de titular trece partidos de los 32 de Liga, con seis victorias, cinco empates y dos derrotas. Solo ha jugado 1.205 minutos, 499 en victorias, 461 en empates y 245 en derrotas y eso sin tener una gran aportación, con un gol y tres asistencias. Pero el jugador fichado para sustituirlo, Sandro, lo ha hecho imprescindible. Ha jugado 1.024 minutos y solo 73 han sido en victorias, 430 en empates y 521 en derrotas, en los que no ha metido ningún gol pese a realizar 32 remates, solo once entre los tres palos, ni ha dado ninguna asistencia. En sus diez partidos como titular la Real nunca ha ganado, con seis derrotas y cuatro empates.
El segundo fichaje que se necesitaba era un media punta para cubrir las bajas de Xabi Prieto y Canales. Mikel Merino tampoco es un jugador para sustituirlos y menos por doce millones de traspaso. Para esa posición se requiere más un media punta con llegada y velocidad, que aporte goles, asistencias y desequilibrio. El navarro, aunque tiene calidad y talento e Imanol destaca su juego aéreo y su rigor táctico, es pivote, lento y solo ha marcado dos goles y ha dado dos asistencias en los 23 partidos que ha jugado, 18 como titular, para totalizar 1.520 minutos. Luca Sangalli en solo 760 lleva un gol y cuatro asistencias.
Tampoco Theo ha respondido a la fuerte apuesta en él. La Real requería mejorar en esa posición con un lateral que, sobre todo, defendiera bien. Theo es muy ofensivo, con muchas lagunas de concentración, no cierra bien su zona y además, como Sandro, no encaja en el estilo de juego combinativo de la Real. Aihen Muñoz ha demostrado en sus cuatro partidos, con tres victorias y un empate, que es más adecuado para lo que necesita su equipo. Y no solo no se ha acertado en el perfil de los jugadores, tampoco en la edad.
Se incide mucho en la media de edad de 23,09 años que presentó la Real el domingo y ese no es un dato positivo porque un equipo debe tener más experiencia. No se puede sustituir a De la Bella, Agirretxe, Canales, Vela y Xabi Prieto con jóvenes de 21, 22 y 23 años. Y así ficha un portero ecuatoriano, Moisés Ramírez, para el Sanse de 18 años y a un central francés de 19, Modibo Sagnan, por cuatro millones. Cuanto más corto sea el recorrido de un futbolista, es más difícil acertar y la Real necesita pocos fichajes, pero contrastados para ayudar a los jóvenes.
Que con esa mala planificación y la plaga de lesiones la Real esté décima tras un cambio de entrenador es para valorar que tiene una buena base para el futuro, lo único en lo que hay que pensar ahora. Mientras Imanol ha podido contar con los jugadores de más nivel los resultados han sido muy buenos. En las últimas ocho jornadas en las que se ha sumado una victoria Illarramendi ha estado de baja y Willian José, Zurutuza y Januzaj solo han jugado en dos como titular. Cualquier equipo que pierde a cuatro de sus cinco mejores jugadores ofensivos lo acusa y no se pueden obviar estas ausencias en este momento.
Con esa base que tiene la Real lo que debería hacer de cara al futuro es mantener a todos los jugadores básicos, renovar a Zurutuza, convencerle de que es muy importante, y dar la oportunidad en estos seis partidos junto a los futbolistas básicos a jugadores con contrato para el futuro para que intenten demostrar que tienen sitio en la plantilla. No puede ser que Jon Bautista no haya jugado como titular ninguno de los cuatro partidos en los que ha causado baja Willian José. Y eso no significa renunciar a ganar cada partido y quedar lo más arriba posible, pero para ello lo mejor es alinear jugadores que quieran demostrar que tienen un sitio en este equipo antes de decidir.
La Real debería dejar claro que Imanol va a continuar pase lo que pase en ese proceso para eliminar cualquier duda entre los jugadores. Y de cara al año que viene hay algo que parece tan necesario como difícil, recuperar al director deportivo que ha fichado bien y que fue clave en sus éxitos deportivos. El Villarreal ha corregido el error que cometió y ha recuperado al entrenador que destituyó y se va a salvar con él. Lo malo no es equivocarse, sino no rectificar.