En un acto electoral en Donostia, al que han asistido los candidatos del PNV a las Cortes españolas Joseba Agirretxea y Maribel Vaquero, el aspirante a la Alcaldía donostiarra Eneko Goia y el lehendakari Iñigo Urkullu, Andoni Ortuzar ha afirmado que «los votos vascos indecisos ya no tienen que esperar más para tomar su opción», puesto que PSOE, PP, C's y Unidas Podemos «no valen para representar a Euskadi en el Congreso y en el Senado. Son votos para sus juegos de tronos en la Moncloa, no para defender los intereses del pueblo vasco en Madrid».
En opinión de Ortuzar, «si ellos están fuertes, Euskadi será débil en Madrid. Si el PNV está fuerte, Euskadi estará protegida en Madrid. Si el PNV es decisivo, Euskadi estará a salvo de las tres derechas o de la coalición centralista PSOE-Ciudadanos», ha recalcado, antes de subrayar que «solo un Partido Nacionalista con influencia en Madrid, puede defender los intereses de Euskadi».
Tras alertar del «riesgo de pacto PSOE-Ciudadanos», ha dicho que aunque «las tres derechas se desinflan en las encuestas», su «éxito o fracaso» no está en juego en Euskal Herria, donde «van a ser residuales» y «el gran peligro» puede ser, a su entender, «la pareja Sánchez-Rivera».
El dirigente jeltzale ha mantenido además que, ante esta situación, «es la ‘agenda vasca’ del PNV la que defenderá los intereses de Euskadi en Madrid» desde «el diálogo, la negociación, llegando a acuerdos, con compromisos y cumpliendo siempre la palabra dada».
Defensa del autogobierno
Por su parte, Iñigo Urkullu, ha llamado a realizar una «defensa férrea del autogobierno vasco» y del Concierto Económico ante quienes hablan de «privilegios y cuponazos», además de proponer «un nuevo modelo de Estado», frente a «los partidos que, de manera contraria a la Constitución, impondrían el ‘artículo 155’».
Con este fin ha reclamado «un grupo vasco fuerte» en Madrid, que «solo puede ofrecer el PNV», para «defender la industria vasca, la economía circular, los nuevos sectores y las oportunidades de empleo de calidad», entre otros objetivos como «un modelo de equilibrio y cohesión social» y las distintas infraestructuras vascas.
También ha reivindicado «un nuevo modelo de Estado» que reconozca «la realidad nacional de Euskadi, sus derechos históricos, su Concierto Económico y su autogobierno singular».