Aritz INTXUSTA
IRUÑEA
Entrevue
MARISA DE SIMÓN
CABEZA DE LISTA DE IZQUIERDA-EZKERRA EN NAFARROA

«Supimos acordar en favor de la gente cuando la gente lo pasaba muy mal»

De Simón, profesora, dio un relevo natural a José Miguel Nuin, que colgó las botas, en Izquierda Unida. En virtud de su pacto con Batzarre, eso hace que pase del segundo puesto de la lista al Parlamento al primero. Batzarre se queda con el cabeza de lista en Iruñea. De Simón conoce bien el Parlamento, ha vivido momentos importantes en él.

¿Con qué ambición se presenta I-E a estas elecciones?

Con toda la del mundo. Queremos aportar más peso al cambio que el que aportamos en 2015. Aspiramos a más votos y parlamentarios.

¿Qué nivel de satisfacción tiene usted con el cumplimiento del Acuerdo Programático?

Un nivel bueno. Se ha dado la vuelta a las políticas de UPN y del PSN. Hemos dejado atrás esa Navarra oscura de la exclusión, de la imposición, de la austeridad. Tras tantos años, se ha conseguido una alternativa al bipartidismo. Eso por sí solo es un logro. Somos cuatro fuerzas distintas, pero supimos ponernos de acuerdo en beneficio de la gente y en un momento en el que muchas personas lo estaban pasando muy mal. La prioridad en lo social y la aceptación de la pluralidad han sido los ejes. Esto no puede volver atrás.

Se menciona en los discursos de las formaciones del cambio que en Nafarroa hay otro clima. Se vive una especie de distensión tras estos cuatro años. Le hablo de una sensación, no de algo tangible. ¿Lo comparte?

La convivencia se construye. No la cambia una ley. Pero las políticas inclusivas y de convivencia sí lo pueden hacer. Y lo hemos logrado sin que ninguno de nosotros haya dejado atrás su propio proyecto político. La gente ha notado que hay más normalidad. Esas políticas de UPN, y del PSN también, de intentar confrontar, crispar, con la identidad, con el idioma, la procedencia… Se ha roto con eso. Yo lo noto en la calle, en la compra. Todo se ha pacificado desde el punto de vista de mirarnos con más respeto. Los cambios sutiles, los gestos, las formas de relacionarnos… todo eso ha sido muy importante.

Recuerdo a su predecesor, a José Miguel Nuin, destacándose con una apuesta decidida por que EH Bildu no tenía por qué estar vetado...

Tengo un recuerdo de hace dos legislaturas. Era un debate sobre discapacidad y estaba Maiorga [Ramírez] y alguien de Geroa Bai. Todos se levantaron y nos dejaron solos. Se negaban a dialogar con «terroristas». Yo no lo podía entender, ¡discutíamos de discapacidad! Tuvimos claro que EH Bildu debía entrar al terreno democrático. Y el terreno democrático es el Parlamento. No había ya violencia de grupo terrorista ETA. Y… bueno. Tengo otra anécdota, pero más triste.

¿Cuál?

Fue muy duro... No sé.

Insisto.

Cuando entraron los de Bildu al Parlamento, todos estábamos tensos. Recuerdo ver entrar a Aitziber [Sarasola]. Me dije: «¡Qué dura!». Y lo mismo de Bakartxo [Ruiz]. Resultaron ser compañeras excelentes. Bueno, Aitziber ya no está. [De Simón se emociona, pues Sarasola falleció debido a un cáncer mientras ejercía como parlamentaria en diciembre de 2014, a los 41 años]. Recibí como premio una amistad excelente. Yo tenía claro desde un punto de vista teórico, conceptual, que el veto a EH Bildu debía desaparecer. Pero conocer a ambas, para mí, fue confirmar que acertamos desde lo emocional. Anécdotas como esta son las que explican qué ha ocurrido en la calle.

Pero el camino no acaba aquí, si las urnas se lo permiten...

Hay proyecto, claro que sí. Nuestro federalismo poco tiene que ver con el de EH Bildu. Pero hemos demostrado que somos capaces de construir muchas cosas juntos. Igual soy demasiado positiva, pero esto tiene que ver también con lo emocional.

Ustedes han llevado un juego extraño con Podemos. Ahora sí, ahora no. Fueron juntos a las elecciones al Congreso, pero van por separado al Ayuntamiento y al Parlamento de Nafarroa. ¿Por qué?

Somos distintos. Nosotros nos mojamos ante decisiones conflictivas. Por ejemplo, nos oponemos a la lista única. Ahí nos definimos. Nuestro perfil es de izquierda no nacionalista. Coincidimos en muchas cuestiones con Podemos, pero también con Bildu o Geroa. Tenemos un perfil claro, una mochila de años, organicidad y disciplina. Si el programa dice una cosa, todos defendemos una cosa.

Si no vuelve UPN, hay dos opciones: el cambio actual u otra cosa donde esté el PSN.

Cuando se hizo el acuerdo programático, siempre hubo una quinta silla. El PSN fue quien no se quiso sentar en ella.