Este es un proyecto al que el PNV se sumó en 2016. En la legislatura anterior, EH Bildu había planteado ese proyecto, incluyendo en ese mismo punto la estación de autobuses, de modo que los tres sistemas de transporte coincidieran en el mismo lugar.
En principio el PP se mostró de acuerdo, pero finalmente se bajó del barco, el resto estaba en contra, la estación de autobuses terminó en Atotxa y el intercambiador se guardó en un cajón.
Así lo ha recordado en Twitter Jon Albizu, el que fuera concejal de Movilidad en Donostia durante el mandato de Juan Karlos Izagirre.
Después de votar, el PNV, en contra de un intercambiador de trenes+autobuses en Riberas, sólo por joder al gobierno municipal anterior, y de paso a la ciudad.
— Jon Albizu (@txorigorri) 15 de mayo de 2019
¿Ahora se plantea el PNV en el programa electoral, un intercambiador de trenes +autobuses? #Donostia pic.twitter.com/mcPeATK9eQ
La infraestructura estaría emplazada a la altura del tramo ferroviario que parte actualmente en dos el parque Amaiur. El cubrimiento de esta trinchera es también una de esas promesas Guadiana que aparece en cada campaña y desaparece durante los siguientes cuatro años, para volver a emerger cuando se acerca la hora de pasar por las urnas. Lo mismo cabría decir del paso del tren por Intxaurrondo.
Para Eneko Goia, el intercambiador «es un proyecto largamente deseado. A la apuesta que estamos haciendo por mejorar las prestaciones y el servicio del Topo mediante la pasante, la llegada de la Alta Velocidad y la electrificación del autobús urbano, uniremos el intercambiador de Riberas, que va a suponer un factor multiplicador en el uso del tren como medio de transporte».
Olano ha apostillado que «esta infraestructura vendrá a conectar los dos ejes principales del transporte por tren en el territorio. Contar con unas infraestructuras viarias modernas e interconectadas no hacen sino fortalecer el conjunto de Gipuzkoa desde el punto de vista social, económico y medio ambiental».