El paro y la precariedad siguen marcando la realidad de miles de familias en cada vez más comarcas en Bizkaia, ¿Qué papel tiene la Diputación?

Hemos sufrido una pérdida importante de empleos de determinada cualificación y están entrando empleos más vinculados a la tecnología. Hay que ir al grupo pequeño, persona a persona, con perfiles muy concretos porque exige poner la mirada sobre qué competencias tienen y qué pueden desarrollar ahora. Es lo que he hecho estos cuatro años, vamos a ver cómo ponemos a las personas en la órbita de trabajo y cómo hacemos para trabajar en recualificación, búsqueda de empleo, certificados de profesionalidad… Hay otro trabajo que hacer que tiene que ver con el desarrollo económico. Cuando yo digo a las empresas, ‘bueno habéis soportado la crisis, ahora que estáis en beneficios os toca arrimar el hombro’, quiere decir que deben empezar a pensar en empleo de calidad, en sueldos en condiciones... y también trabajar en la formación continua.

¿Qué es lo que creo que a Bizkaia le falta? En I+D+I hemos perdido inversión y no la hemos recuperado. Estamos por encima de la tasa del conjunto de España, pero no me vale; si me mido con Europa, estamos por debajo.

Las ayudas sociales, ¿comparten las campañas contra el fraude del PNV?

A mi socio de gobierno ya le advertí de que esa no era la línea de trabajo que ni yo ni el partido íbamos a seguir. Ellos quisieron continuar en solitario; bueno en un pacto de gobierno, a veces toca hacer gestos donde nos tenemos que entender aunque no estemos muy de acuerdo con lo que hace el otro, de la misma manera que yo sé que a veces he hecho cosas que a ellos no les han parecido bien.

Ni estoy en ello, ni me gusta, ni estoy de acuerdo. En primer lugar, porque la palabra «ayudas sociales» no representa la realidad de lo que estamos hablando, hablamos de prestaciones a las que la gente tiene derecho. La segunda cuestión es que, cuando hablamos de control, también me gusta hablar de control fiscal, de control de todas las demás ayudas. La inmensa mayoría del dinero que damos no está en prestaciones económicas sino en otro montón de servicios donde también habría que hacer un control. Tercero, ya hemos demostrado que el fraude en las prestaciones tipo RGI o las que yo doy, que son las ayudas especiales de inserción social, es cero. Y si vamos al Gobierno Vasco, en las RGI ya se ha demostrado que no llegan ni al 1%. Entonces ¿de qué estamos hablando?

En materia de movilidad, ¿cuál es su propuesta?

Metro, línea 4 y 5, para nosotros siempre ha sido la apuesta. Estaríamos dispuestos a repensar la posibilidad de que en vez de metro fuese tren siempre y cuando tuviese el mismo servio que metro. Todavía no están hechos ni los estudios, están en fase de elaboración y de participación ciudadana. En Rekalde o Galdakao, las más perjudicadas hasta ahora –sobre todo Rekalde, que parece que se va dilatando–, toca oírles cómo quieren configurar y que tengan voz para poder decidir. Seguimos apostando por líneas 4 y 5. Sin ninguna duda, el transporte público es el mejor cohesionador. Cómo comunicar zonas más difíciles, hay zonas de Encartaciones que se están quejando continuamente y tienen razón, donde el transporte público es muy difícil. Hay que pensar y estudiar bien la zona y tocará hacerlo la legislatura que viene.

Menores no acompañados, ¿es cuestión de cuotas?

Si un niño o niña ha sido capaz de venir solo desde el lugar de África que corresponda y llegar hasta aquí, tienen todas las resilencias del mundo. Son probablemente los fuertes entre los fuertes, luego estamos despreciando, malutilizando la fuerza de estos chavales. Hablo de derechos siempre, pero si alguien no me quiere comprar el discurso de los derechos por lo menos que me compre el discurso de la practicidad. En esa pirámide poblacional invertida que tenemos vamos a necesitarles, luego a mí no me gusta hablar de cuotas. Si se trabaja bien, si hacemos un proceso de integración adecuado, y pedagogía suficiente, estos chavales se van a insertar solos. ¿Cuotas? Nunca, otra cosa es solidaridad entre comunidades.

¿Introduciría cambios en fiscalidad? ¿Y con qué objetivo?

Del primer pacto de gobierno salió un buen arreón a las medidas fiscales, pese que al principio se nos criticó mucho porque parece que habíamos cedido respecto al Impuesto de Sociedades. Luego se mostró que no habíamos cedido tanto, porque en la letra pequeña había muchas cosas más y conseguimos recaudar más. Cuando pones la mirada social sobre la fiscalidad funciona. Qué Estado de Bienestar quiero construir y qué fiscalidad necesito, con dos objetivos: redistribuir y sostener ese estado de Bienestar Social.

¿Qué sistema fiscal? Hay recorrido para apretar a la evasión fiscal, al fraude fiscal; vamos a ver si en esto estamos a la altura de Europa y apretamos las tuercas. También sobre la productividad, todas las empresas tecnológicas que pueden erradicarse en el territorio pero luego tributan en otros sitios, exigen una mirada y una apretón de tuercas, en el Estado y en Europa.