¿Por qué ha decidido dar el paso?
Por mi forma de ser. Me impliqué desde muy joven en temas sociales. Primero en el sindicalismo, porque empecé a trabajar con 20 años y vi mucha injusticia. Estuve muchos años en el mundo sindical. De ahí me involucré al llevar a mis hijos a la ikastola en otra cooperativa, como es la ikastola de Tafalla. Luego, cuando se transformó la fábrica Luzuriaga en cooperativa, en Fagor Ederlan Tafalla, también me metí. He sido presidente durante más de diez años. He conocido los principios y valores cooperativos y soy un defensor de ellos. El mundo cooperativo también busca la transformación de las personas para un mundo más justo. Ahora me decía: «Me queda poco para jubilarme y yo quieto no me sé estar». Estaba mirando meterme en una ONG, pero EH Bildu me hizo esta propuesta. Y el proyecto transformador que tiene EH Bildu para Tafalla me sedujo. Creo en él.

¿Qué proyecto cogerá con más ilusión?
El primero y principal es el empleo. Vengo del mundo de la empresa. No hay un tema más importante que las personas tengan un empleo digno. Es necesario para una vida digna y todos nos merecemos una vida digna. Para ello hay un plan socioeconómico para toda la Zona Media. Se trata de un plan importante. Está hecho el análisis, los planes de acción y queda ahora dotar de presupuesto los planes. Se habla de 150 millones de euros hasta el 2025, que con la aportación de las empresas podrías llegar a 250 millones. Queremos que la gente pueda encontrar trabajo en la comarca, que no tengan que irse fuera. Sé cuánto cuesta crear un empleo y cuánto cuesta mantenerlo. Ahí me implicaré personalmente. Y además de todo, creo que es muy importante la apuesta que tiene la ciudad por el medio ambiente.

¿A qué se refiere?
A Berdesia, a crear un bosque perimetral que rodee todo Tafalla. Queremos proteger nuestra ciudad de todos los problemas de contaminación y de cambio climático. Creemos que hay que dejar ese legado para las generaciones futuras.

Una de las polémicas más candentes en Tafalla es el TAV.
Nos vamos a oponer con toda firmeza. Nos atraviesa de Norte a Sur y no aporta nada, absolutamente nada, a los vecinos. Es una ruina medioambiental y económica. No tiene un solo beneficio. Supondrá, aunque lo nieguen, el cierre de la estación del tren. Porque la estación, con los trenes de corta distancia no va a ser rentable. Eso desaparecerá. Y lo más grave es que se crearán dos polos socioeconómicos en Tudela y Pamplona. ¿Dónde van las empresas? Donde tienen las infraestructuras. Pelearemos para que no siga adelante. Queremos potenciar que haya empresas aquí. 

No solo necesita empresas. Tafalla también demanda servicios.
Queremos que Tafalla sea centro de la comarca. Para ello, hace falta que vengan aquí servicios que se dan en Pamplona. Tenemos el edificio de Recoletas que queremos rehabilitar, pero con el presupuesto solo del municipio no lo podemos acometer. Necesitamos presupuesto extramunicipal, del Gobierno de Navarra. Espero que sea Bakartxo Ruiz la presidenta y que nos dote de ese presupuesto. Cerca de ahí está el Kulturgune y está en una zona que hay que urbanizar, que hacer derribos. Si logramos eso, Tafalla daría un cambiazo bestial. También había una eterna promesa de UPN de un centro de especialidades médicas en Tafalla, que debiéramos tener aquí desde 2012. En estos cuatro años se ha avanzado bastante en este punto y creo que lo veremos esta legislatura.

No es un discurso muy común en la izquierda eso de «vengo del mundo de la empresa». Tumba el mantra de que solo la derecha sabe de economía.
Me refiero a que sé cómo se gestiona una empresa de 700, casi 800 trabajadores. En los años que he estado allí, se han hecho inversiones muy fuertes, de 80 millones. No vengo del mundo de la política, sino del mundo sindical y de la gestión de empresas. La prueba de que la gente de izquierdas sabe gestionar la tenemos en el Ayuntamiento actual. Se ha bajado la deuda del Ayuntamiento del 52% al 38% y, aun así, se han llevado adelante infinidad de cosas. Eso ha sido una buena gestión de recursos. Y yo vengo de un lugar donde el rigor y la exigencia en la gestión de los recursos era muy muy alta.

Más sosiego social, menos crispación.
Ha sido brutal. En un debate me echaron en cara «el rodillo de EH Bildu», pero resulta que más del 90% de los asuntos que han ido a pleno ha salido por unanimidad. ¿Dónde está el rodillo? ¿En hablar, en pactar, en llegar a acuerdos? El pueblo está muy calmado. A otros les interesa crispar, con el tema de que está la ikurriña, con las denuncias… El pueblo llano no tiene ninguna crispación. Eso está en los políticos.

¿Cómo ve el cambio?
Veo un clima, en Tafalla, en Olite. Veo todo muy tranquilo. En la anterior legislatura, UPN vetó a EH Bildu. No le dejó entrar en el Gobierno pese a que fue segunda fuerza. Llegó EH Bildu y se abrió la junta de gobierno a todos los grupos. Estarán todos. Presidirán comisiones todos. UPN se autoexcluyó y el PSN acabó expulsando a los dos concejales que habían decidido participar en la junta al gobierno. No había acuerdo. Solo participaban, pero les expulsaron. Se trata de trabajar por Tafalla todos. Yo le planteé a la candidata de UPN si nos abriría la puerta de la junta de Gobierno si ganaban o nos iban a vetar. No me respondió. Nos vetarán, si pueden. 

¿Hay miedo a qué hará el PSN?
Hace cuatro años, expulsó a sus concejales. Tengo una gran duda sobre si llegarán a un acuerdo entre el PSN y Navarra Suma.

¿A nivel municipal lo ve posible?
Esa es mi preocupación. Si les dan los números, el acuerdo es posible.