«Nos gustaría que se pudiera configurar un gobierno de mayoría progresista»
Ernesto Gasco entró en el Ayuntamiento de Donostia en 1995, y salvo un lapso de tiempo en el que fue viceconsejero en el Ejecutivo autonómico con Patxi López como lehendakari, ha sido un fijo en el pleno municipal, y salvo en la legislatura de Juan Karlos Izagirre, también en el Gobierno. Estas serán sus segundas elecciones como cabeza de lista del PSE.
Es ‘vox populi’ que la legislatura conjunta entre PNV y PSE no ha sido un paseo de vino y rosas. Ante una nueva cita con las urnas, Ernesto Gasco marca distancias y abre el abanico de opciones, por lo que pueda pasar. Sin embargo, pocos ponen en duda que, probablemente, ambas formaciones terminen repitiendo la misma fórmula.
¿Cuál es su diagnóstico sobre el estado actual de Donostia?
La ciudad está tranquila, que no es poco. Ha sido una ciudad muy convulsa, con muchas dificultades en la convivencia.
Como en todas las ciudades del mundo, todos queremos vivir en los mejores espacios y no todos entramos, salvo que construyamos unos rascacielos que nadie prevé y nadie defiende. Y, por tanto, no todo es exactamente igual, pero sí creo que ha habido una apuesta por mejorar la calidad de vida de los barrios.
La inversión propia más importante es el polideportivo de Altza, por un importe superior a los 15 millones de euros. Y si tenemos en cuenta los niveles de renta, no han aumentado las desigualdades en términos generales. Sí se ha dado un fenómeno nuevo, en la zona de Miramon ha ido a vivir gente con unas rentas muy altas, que ha roto lo que era una ciudad más homogenea. Pero si quitamos Miramon, la diferencias más o menos se mantienen.
¿Cómo ha sido la relación con el PNV? ¿Era un matrimonio de conveniencia?
Era una apuesta por la ciudad, más que un interés entre partidos. Creíamos que era necesario un gobierno estable, de amplia mayoría, que resolviera algunas cuestiones que estaban pendientes y que favoreciera las posibilidades de inversión y desarrollo de la ciudad. Ha cumplido sus objetivos.
A nosotros nos gustaría que se pudiera configurar un gobierno de mayoría progresista. Hay una mayoría social progresista y creo que es el momento de que pueda superar sus diferencias.
En todas las campañas se habla de mayorías progresistas, pero a la hora de la verdad ustedes acuerdan con el PNV…
Es una buena pregunta para EH Bildu, porque creo que está priorizando el frente soberanista a un acuerdo entre progresistas.
Ustedes han acusado por ejemplo a Markel Olano de estar en ese frente soberanista, y eso no les ha impedido gobernar conjuntamente.
Yo no he pactado nada con Markel Olano. Lo que digo es que en EH Bildu, como le pasa a ERC, deberían decidir si quieren apostar por gobiernos progresistas y de izquierdas, o prefieren avanzar por gobiernos soberanistas.
La vivienda aparece en las encuentas como la principal preocupación ciudadana…
Hace cuatro años la gente hablaba del empleo y de la economía. Queda mucho por hacer, pero la situación en ese campo ha mejorado, y surge una preocupación que es razonable, dónde vivir dignamente. Y es verdad que en San Sebastián hay dificultades. En esta legislatura se han hecho 2.500 viviendas, de las cuales 600 son de VPO. Pero no ha sido suficiente. Sigue habiendo entre 7.000 y 8.000 solicitudes.
Para eso hemos hecho un plan que habla sobre todo de la ciudad construida. No ir a edificar colinas o terrenos verdes, que son pulmones, sino a espacios degradados que se puedan regenerar. Se ha hecho la primera fase de Txomin, faltaría la segunda. Está ya todo planificado para hacer Ciudad Jardín, Antxieta, Sarroeta y todo lo que es la vega del Urumea. Son casi 2.000 viviendas, con buenos sistemas de transporte público. Y quedarían otros espacios como Infierno, Mundaiz o Aldakonea, en torno a otras 1.500 viviendas.
Además, hay una población mayor, con casas grandes que no necesitan y que les cuesta mucho mantener, y vamos a fomentar la posible división de esas viviendas, donde haya una poder hacer dos. Que muchas mujeres mayores, propietarias de ese espacio, puedan vender una parte.
Y hay una propuesta, para nosotros imprescindible, si queremos controlar el precio de la vivienda. Hay que buscar un acuerdo con el Ministerio de Defensa. Es cierto que esos terrenos del cuartel de Loiola no han sido nunca de la ciudad. Son de ellos, ellos construyeron los cuarteles, urbanizaron ese espacio. Pero entendemos que las necesidades del Ministerio de Defensa se pueden resolver en otros espacios. Y así permitir que Loiola no solo tenga más viviendas, sino más servicios, como una Casa de Cultura en condiciones, buenas instalaciones deportivas o empresas de servicios que sirvan para generar empleo.
Se habla mucho de los barrios, pero luego sus propuestas estrella se ubican en el frente marítimo…
Voy a hacer números. Polideportivo de Altza, 15 millones. Boulevard de Loiola, 8,8 millones. Boulevard de Añorga, 3,5 millones. Eliminar el viaducto de Iztueta, 10 millones. Si sumamos estas actuaciones vemos que la preocupación también está en los barrios.
Lo que usted señala es en parte la percepción, y es cierta, porque cualquier cosa que hagamos en el frente marítimo tiene una repercusión mucho mayor. Pero de las dos propuestas de los socialistas en el litoral –soterramiento de la carretera en La Concha y pasarela de Mompas– ninguna la tendría que pagar el Ayuntamiento. La pasarela la pagaría el Gobierno de España, y el soterramiento se pagaría con la tasa turística.
Esta legislatura ustedes han hecho una clara apuesta por incrementar el número de visitantes…
Nosotros hemos hecho una apuesta por la estabilidad, no por el crecimiento. Cuando llegamos al Ayuntamiento, había un plan director de turismo cuyo objetivo era crecer todos los años. Bienvenido sea. Era de EH Bildu y nosotros votamos a favor. Había desaparecido el terrorismo, teníamos la Capital Cultural en medio y probablemente era lo que había que hacer.
Pero ya en 2015-2016 tocaba hacer un diagnóstico, y decidimos un nuevo plan en el que no fuera el objetivo crecer, sino que apostara por la calidad.
Hace dos años nuestro crecimiento en verano fue solo del 2-3%, el año pasado 8-9% pero porque se había construido algún hotel más. Estamos teniendo crecimientos muy altos en lo que antes se llamaba temporada baja, de octubre a marzo, que estábamos muy flojos. Ahí ha habido crecimientos de dos dígitos todos los años, es dónde hemos puesto los recursos.
Hay calles que dan pena, con tanto local vacío…
Tenemos que mejorar las peatonalizaciones, que no se han hecho adecuadamente desde nuestro punto de vista en estos cuatro años, y ganar espacios para las personas, para que el comercio urbano de proximidad sea más atractivo.
Y creemos que no debe de haber más centros comerciales en la ciudad. Pero tampoco en las poblaciones limítrofes. Porque allí donde históricamente gobierna EH Bildu como Usurbil, Oiartzun o Hernani… Tiene que haber un pacto metropolitano.
Tenemos que estar preocupados con el precio de los alquileres. Los propietarios de esos locales piden unas rentas imposibles. Antes había una congelación de rentas que tampoco era justa, pero ahora no puede pasarse por el otro lado. Igual también habrá que plantear un canon a los locales vacíos.
¿Destacaría algo que ha faltado por hacer en estos cuatro años?
Hay algo en lo que no hemos acertado esta legislatura. Hay serias dificultades de aparcamiento para las personas que viven en los barrios. Tienen que dar vueltas, se genera tráfico, contaminación… y la opción es comprar un garaje privado a unos precios desorbitados.
Proponemos ocho nuevos espacios de aparcamiento, algunos tendrán que ser comprados, pero a precios más asequibles. Hay dos fundamentales, un aparcamiento en altura en Loiola a precios razonables, y otro en Larratxo. En Egia ampliar la zona OTA para residentes, implantar la OTA en Berio y Gaiztarro, un parking en el intercambiador de Riberas…