El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, rechazó «los intentos de Washington de reformatear» Latinoamérica «a su medida, reanimando el espíritu de la Doctrina Monroe», en una rueda de prensa conjunta con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, de visita en Moscú.

Cuba y Rusia se mostraron así unidas frente a las medidas coercitivas unilaterales de EEUU contra Cuba y Venezuela. El ministro ruso insistió en reafirmar «un rechazo categórico al bloqueo económico, comercial y financiero de Cuba por parte de EEUU. Seguiremos apoyando a La Habana en su justa demanda de cesar el bloqueo de manera inmediata».

Por su parte, el canciller cubano indicó que la reciente activación del Título III de la Ley Helms-Burton por parte del Gobierno de Donald Trump «es un paso más en la agresiva aplicación excesiva de leyes norteamericanas contra terceros países y una gruesa violación de la soberanía de todos los Estados y del derecho internacional».

Rodríguez aseguró que Cuba está preparada para enfrentar las consecuencias económicas y aunque «siempre tendrán costos económicos y también humanitarios, que no conseguirán nunca doblegar la voluntad de nuestro pueblo».

Recalcó que los socios de La Habana en comercio, inversiones, turismo y otros ámbitos «han expresado que persistirán en sus negocios legítimos» en Cuba y que la economía cubana hoy es mucho más diversificada que en décadas anteriores para afrontar estas medidas.

A su juicio, la Ley 80 que Cuba aprobó en 1996 y declaró ilícita la Ley Helms-Burton, facilitará la defensa de «los intereses de la economía, sus empresas, sus ciudadanos y también de sus contrapartes de comercio e inversión de terceros países». En cuanto al apoyo estadounidense a los intentos de golpe en Venezuela, Rodríguez rechazó «tajantemente el intento de declarar vigente la Doctrina Monroe por parte del Gobierno de EEUU en un acto de dominación imperialista que pertenece a otra época&flexSpace;y recordó que la invocación de esta medida en América Latina, considerada imperialista, «generalmente ha estado acompañada por el uso de la fuerza militar y la llamada diplomacia de las cañoneras». Por su parte, Lavrov sostuvo que la Administración Trump «está haciendo esfuerzos para asegurar que las diferencias ideológicas entre la oposición y el Gobierno conduzca a una confrontación militar» en Venezuela. «Es una señal de la falta de respeto completa hacia los países latinoamericanos que quieren resolver ellos mismos sus diferencias», agregó.

Diálogo sobre Venezuela

Con todo, tanto Rodríguez como Lavrov apoyan la iniciativa de diálogo lanzada por el Gobierno noruego en Oslo, si bien subrayaron que todo proceso debe ser dirigido exclusivamente por los venezolanos.

En ese sentido, Lavrov expresó sus dudas acerca de la neutralidad del diálogo, al afirmar que previsiblemente será Estados Unidos quien designe previamente a los representantes de Guaidó y quien preseleccione la agenda de la discusión.

Por otro lado, el ministro cubano denunció «el papel agresivo de la OTAN y el acercamiento a la frontera de la Federación Rusa» de la Alianza Atlántica, así como «las medidas coercitivas unilaterales que injustamente se aplican» a este país.

Trump dice ahora que no quiere un cambio de régimen en Irán

En plena escalada de tensión con Irán, el presidente de EEUU, Donald Trump, cambió al tono conciliador al asegurar que Washington no busca un cambio de régimen en Teherán. A la vez que aumenta el despliegue militar en la región y después de amenazar con «el final» de la República Islámica, Trump sostuvo que «lo que queremos es la ausencia de armas nucleares. No quiero perjudicar e Irán en absoluto». Incluso señaló poder «llegar a un acuerdo» y se mostró convencido de que Irán desea ese diálogo. «Si quieren hablar, hablaremos», afirmó el presidente de EEUU durante su visita a Japón, en la que llegó a sugerir una mediación japonesa con Teherán.

Por otro lado, Irán lanzó el domingo una propuesta de «pacto de no agresión» con los países árabes, que para Rusia, puede ser «un primer paso para reducir las tensiones». «Consideramos que esto es muy apropiado», afirmó ayer el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, quien explicó que se trata de una propuesta similar a la planteada hace tiempo por Moscú y sobre la que los países árabes mantienen diferencias. «En cualquier caso, la región necesita un nuevo enfoque. Debemos empezar con pasos prácticos simples, crear transparencia, cursar invitaciones a ejercicios militares y otras medidas para crear confianza», propuso. Como garantes de ese pacto apuntó a la Liga Árabe o los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. GARA