El Consejo Político Nacional de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) subraya en un comunicado por el 55 aniversario de la fundación de las FARC en Marquetalia que «el gran debate» de hoy es «si implementamos» los Acuerdos de La Habana «para poner fin para siempre a la arbitrariedad, el crimen, la injusticia, o los hundimos para revivir la guerra, el despojo, el totalitarismo y el horror».

Ensalza la potencia transformadora de los Acuerdos al tiempo que rechaza «cualquier incitación a la guerra, a reiniciar el fuego que logramos detener tras más de medio siglo de sangre colombiana».

Reitera su «promesa de cumplir sagradamente cada uno de los compromisos pactados».

Carta abierta de Rodrigo Londoño al partido

Con este comunicado, la dirección de la FARC viene a respaldar la postura de su presidente Rodrigo Londoño «Timo», quien la pasada semana hizo pública una inusual carta dirigida al partido en la que marcaba distancias con respecto a quien fuera el jefe negociador de la guerrilla en la mesa de conversaciones de La Habana, Iván Márquez, encargado también de leer la Declaración Política de la Décima –y última– Conferencia celebrada por las FARC-EP en setiembre de 2016.

En aquella Declaración Política se instruía a «todas las estructuras de bloques y frentes, mandos, guerrilleros, milicianos y a toda la militancia fariana» a que se acogiera a los Acuerdos de La Habana y al «cumplimiento de lo convenido».

Márquez ha criticado abiertamente haber entregado las armas a «un Estado tramposo» y «haber desatendido las advertencias de Manuel Marulanda en el sentido de que las armas eran la única garantía de cumplimiento de los acuerdos».

En respuesta a ello, «Timo» remarcó que «suscrita y cumplida la dejación de armas, no se trataba de sentarnos a lamentar con nostalgia los días de la guerra, sino de ponernos en movimiento general para dar a conocer el sentido y los alcances» de los Acuerdos.

«Todo tiene su momento y su contexto. La guerra de más de medio siglo tenía que terminar», subrayó.

Recogiendo estas palabras, la FARC incide en que lo pactado hace más de cuatro años es «la clave para garantizar» que «la desmedida ambición de grandes poderes mundiales» no lleve a Colombia «al caos y la desolación».