Tras terminar la temporada de baloncesto de sus hijas, madres y padres del equipo de baloncesto Atxuri-Solokoetxo denuncian la situación de discriminación que han padecido sus hijas en el baloncesto escolar.
En una carta enviada a ‘Pikara Magazine’, recuerdan el torneo que jugaron sus hijas al inicio de la temporada. «Nuestra sorpresa fue mayúscula cuando vimos que la final masculina se jugaba en una cancha con gradas, speaker, dos árbitros y marcador y las chicas, sin embargo, eran relegadas a una cancha interior sin asientos para el público, sin speaker, con un solo árbitro y con el marcador apagado», denuncian en el texto.
«La impotencia y el enfado fueron monumentales, no podíamos entender cómo se podía hacer semejante ejercicio de discriminación entre chicas y chicos de 13 años. Unos con todos los honores, como un equipo de baloncesto profesional y las chicas… bueno, bastante que jugaron ¿no?», critican.
La carta hace hincapié en que las jóvenes jugadoras, con experiencias de este tipo, interiorizan formas de actuar que son espejo de lo que ocurre en casi todos los ámbitos de nuestra sociedad. «El problema real es que bajo el espejismo de la igualdad, prevalecen formas de actuar que no propician la igualdad de oportunidades, sino todo lo contrario», denuncian.
Los agravios no acaban aquí. Las madres y padres del equipo de baloncesto Atxuri-Solokoetxo denuncian que en los premio otorgados recientemente por la Federación sólo el destinado a ‘Mejor jugadora’ ha sido entregado a una mujer. «Todos los demás, son para hombres, sin excepción el mejor club; entrenador de la temporada; árbitro de la temporada», critican.
La misiva quiera hacer ver que abrir la puerta al deporte femenino no es suficiente, «hay un gran escalón delante de la puerta que hay que superar para poder entrar», apuntan. En este sentido, llaman a impulsar políticas que favorezcan la representación de entrenadoras, jugadoras, árbitras y directivas «para que sea algo real y no un espejismo o un sueño inalcanzable».