En un acto celebrado esta tarde, que han asegurado ha surgido de la «espontaneidad», los reunidos ante el Ayuntamiento han solicitado que se respete la voluntad ciudadana expresada en las urnas. En los comicios locales, EH Bildu fue la primera fuerza con 745 votos y 5 ediles seguido de PNV con 682 apoyos y 5 concejales, obteniendo el PSE 204 sufragios y 1 corporativo. «Es el único camino a nuestro entender para que en Alonsotegi podamos empezar a creer que es posible cambiar el rumbo negativo a través del diálogo y la participación democrática de todos nosotros y nosotras», han asegurado.

Por ello, han emplazado a PNV y PSE a que analicen los resultados y lleguen a la conclusión, como ellos, de que «el pueblo de Alonsotegi quiere dar una oportunidad a otras personas, a otra forma de hacer y ejercer la política, siempre desde una óptica de respeto a la voluntad mayoritariamente expresada en las urnas». «No vamos a aceptar que esta voluntad de cambio la dirijan otros desde los despachos de los partidos alejados siempre de la realidad objetiva de nuestro pueblo», han advertido.

Han incidido en que EH Bildu y PSE defendieron el cambio en sus programas durante la campaña, obteniendo en conjunto el 56% de los votos. Así, no entienden que, «de forma unilateral», el partido que lidera Idoia Mendia «se saltara ese compromiso a favor de quienes han llevado a la ruina al pueblo de Alonsotegi», en referencia al PNV.

Ser «un pueblo normal»

Para estos vecinos y vecinas, lo del 26 de mayo fue un «referéndum agónico», del que se saca la conclusión que quieren ser «un pueblo normal» y para ello, estiman que hay que «marcar distancias con todo aquello que no sea progresar, avanzar y mejorar en todos los aspectos». «Lo queremos hacer desde la corrección, la elegancia y el respeto, pero para ello –han insistido– es necesario que se acepte lo que las vecinas y vecinos de Alonsotegi hemos manifestado libre y contundentemente».

«El pueblo ha entendido que al menos quienes han ganado estas elecciones tienen un plan para sacar a Alonsotegi de esta lamentable situación y solo vamos a aceptar como bueno que quienes nos han llevado a esta situación –el PNV lleva gobernando el Consistorio desde 1991– se hagan a un lado, al menos por un tiempo, y dejen a quienes han ganado democráticamente, que lo intenten».

A EH Bildu le han concedido el «beneficio de la duda», al considerar que su localidad necesita una profunda transformación y creen que los jeltzales no pueden ser capaces de liderar esa catarsis. Tres de los cuatro alcaldes que ha tenido el municipio desde su desanexión de Barakaldo en 1991, todos del PNV, son investigados por los juzgados por distintas irregularidades en la gestión del Ayuntamiento.