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Sao Paulo

Bolsonaro agradece a evangélicos su apoyo en un evento multitudinario

El ultraderechista Jair Bolsonaro se ha convertido en el primer presidente brasileño que participa en la Marcha para Jesús, el principal evento de masas de los evangélicos de Brasil. El mandatario agradeció el jueves a sus fieles su decisivo apoyo en las elecciones presidenciales.

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, el jueves en la Marcha para Jesús, el mayor evento religioso que se celebra en Brasil. (Miguel SCHINCARIOL/AFP)
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, el jueves en la Marcha para Jesús, el mayor evento religioso que se celebra en Brasil. (Miguel SCHINCARIOL/AFP)

«Ustedes fueron decisivos para ayudar a cambiar el destino de Brasil», afirmó el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ante los tres millones de fieles de diferentes grupos evangélicos que el jueves se reunieron en Sao Paulo, la mayor ciudad del país.

Bolsonaro, capitán del Ejército en la reserva que se declara católico pero acostumbra a acudir a ritos evangélicos para acompañar a su esposa y sus hijos, fue elegido con el apoyo de la mayoría de pastores y líderes evangélicos del país, así como de los fieles, gracias a su discurso de defensa de los valores más tradicionales.

Esta ha sido la primera vez en sus 27 años que la Marcha para Jesús, en cuya actual edición los organizadores esperaban una asistencia superior a los 2 millones de personas del año pasado, cuenta con la participación de un presidente de Brasil, el país con mayor número de católicos en el mundo pero en el que se ha registrado un fuerte crecimiento de los grupos neopentecostales.

El número de evangélicos en Brasil creció cerca de un 60% en la última década, hasta aproximarse a 42 millones de fieles en el último censo (2010), frente a los 123 millones de católicos, y la activa participación de sus pastores en política los ha convertido en una importante fuerza en el Congreso.

El presidente ultraderechista, que vistió una camiseta alusiva a la Marcha, participó en el acto escoltado por el diputado Marco Feliciano, uno de los líderes de la iglesia Catedral del Avivamiento y que se convirtió en su principal portavoz entre los congresistas evangélicos, que forman una de las principales minorías en el Parlamento.

El mandatario llegó a la Plaza de los Héroes de la Fuerza Expedicionaria Brasileña (FEB) hacia las 15.30 hora local, casi seis horas después del inicio de una marcha de 3,5 kilómetros por el centro de Sao Paulo, y llegó a escuchar algunos abucheos que rápidamente fueron silenciados por una ovación y por gritos de «mito», como es conocido entre sus seguidores.

«Es la primera vez que se escucha el nombre de Dios en la Presidencia de Brasil», dijo al presentarlo al público Estevem Hernandes, fundador y líder de la Iglesia Renacer en Cristo, el grupo evangélico con más seguidores en la Marcha junto con las iglesias Asamblea de Dios y Universal del Reino de Dios.

Dios por encima de todo, dice Bolsonaro

«Es muy bueno estar entre amigos. Y mejor aún cuando son amigos con Dios en el corazón», respondió Bolsonaro en medio de una multitud reunida frente a un palco en el que, durante cerca de diez horas, se relevaron 28 cantantes y grupos de música góspel, así como decenas de líderes y pastores evangélicos.

En una alusión a su principal eslogan de campaña, Bolsonaro aseguró que Dios está por encima de todo y después la «familia respetada y tradicional».

El jefe de Estado, quien repitió que en Brasil «el Estado es laico pero su actual gobernante es cristiano», mencionó los problemas «de ética y moral» en Brasil y dijo que espera ser un «punto de inflexión» para superarlos con ayuda de los evangélicos.

En el evento también participaron el gobernador del estado de Sao Paulo, Joao Doria, y el alcalde de la ciudad homónima, Bruno Covas, ambos del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

Algunos de los participantes se refirieron a la participación de Bolsonaro como una demostración de la importancia del evento. La presencia del líder ultraderechista «muestra el reconocimiento que la Marcha tiene en Brasil, desde el presidente, y es algo bueno porque fortalece aún más la fe de las personas», dijo en declaraciones a Efe David Wilkerson, un joven de 21 años que acudió por primera vez por querer «formar parte del mayor evento cristiano del mundo».

El evento es realizado en Sao Paulo desde 1993, fue incluido en el calendario oficial de Brasil en 2009 por el entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva y es considerado como el mayor de su tipo en América Latina.