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Fallece el exfiscal Eduardo Fungairiño, adalid de la lucha contra el independentismo vasco

Fiscal jefe de la Audiencia Nacional española entre los años 1997 y 2006, Eduardo Fungairiño, protagonista de la lucha del Estado español contra el independentismo vasco, ha fallecido hoy en Madrid a los 73 años de edad.

El ex fiscal Fungairiño, en silla de ruedas, en 2005, en el juicio del 18/98. (Andoni CANELLADA/FOKU)
El ex fiscal Fungairiño, en silla de ruedas, en 2005, en el juicio del 18/98. (Andoni CANELLADA/FOKU)

Duro entre los duros, protagonista de la lucha contra el independentismo vasco durante una década al frente de la Fiscalía de la Audiencia Nacional española, Eduardo Fungairiño arrancó su carrera judicial como fiscal franquista en la Audiencia Provincial de Barcelona en 1973, donde permaneció hasta el arranque de los años 80.

Es como fiscal de la Audiencia Nacional, sin embargo, cuando salta a la fama, sobre todo a partir de 1997, cuando es nombrado fiscal jefe del tribunal de excepción con José María Aznar recién llegado a la Moncloa.

Reaccionario sin complejos –en un informe de los 90 justificó las dictaduras chilena y argentina, que «solo pretendían la sustitución temporal del orden constitucional establecido»– no dudó en criticar más tarde al propio Aznar por negociar con ETA.

También ocupó titulares en su día por ocultar un informe sobre un atentado de ETA contra el propio Aznar. «Las investigaciones se aportan al juzgado solo si favorecen las tesis de la acusación», justificó entonces. El castigo fue una multa de 50.000 pesetas, montante que equiparó a una sanción de tráfico.

La prensa vasca, su obsesión

Fungairiño hizo tándem durante años con Baltasar Garzón en la lucha contra el independentismo vasco, aunque ambos acabaron profundamente enemistados por la iniciativa del juez en materia de memoria histórica. De hecho, el fiscal siempre se opuso a cualquier investigación sobre un franquismo del que él mismo provenía; también contra los esfuerzos de la justicia argentina en esta materia.

Entre sus obsesiones destacaron primero “Egin” y luego GARA, también “Egunkaria”, y en especial el periodista de investigación Pepe Rei. Se llegó a querellar en 2001 contra los directores de GARA y “Egunkaria” por entrevistar a dos miembros de ETA. También denunció en numerosas ocasiones a Rei, a quien acusó de señalar objetivos a la organización armada.

Fue cesado del cargo en 2006, cuando fue sustituido por Javier Zaragoza, actual fiscal jefe del Tribunal Supremo. Él mismo vinculó el cese a las negociaciones que en aquel entonces mantenía el ejecutivo de Zapatero con ETA.