La OPEP y sus socios adoptaron ayer en Viena una declaración para prolongar, a través de un mecanismo de «cooperación permanente», su alianza, nacida en tiempos de necesidad pero vital frente al boom de la oferta de crudo estadounidense.

Los catorce miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus diez aliados aprobaron por unanimidad esta carta, que fue calificada por Arabia Saudí como «documento histórico». La votación se hizo a mano alzada durante la reunión mantenida en Viena.

Se trata de «un marco de trabajo regular y sostenible» para mantener la colaboración iniciada en 2016, según destacó el presidente de turno de la OPEP y ministro de Petróleo de Venezuela, Manuel Quevedo.

«Este acuerdo permanece abierto a todos los productores interesados en unirse a este esfuerzo común para mantener un mercado petrolero estable y sostenible en el tiempo», añadió. «Ninguno de nosotros desea volver a la terrible crisis que hemos experimentado en el año 2014», subrayó en alusión al desplome cercano al 80% que registraron los precios del crudo entre 2014 y 2016 (desde cerca de 115 dólares a menos de 30 dólares por barril).

La caída se debió a un exceso de oferta causado, sobre todo, por la creciente extracción lograda en EEUU con el auge del petróleo de esquisto (fracking), que lo ha convertido en el primer “productor” mundial.

Frente a esta situación, los antiguos rivales Rusia y Arabia Saudí, relegados al segundo y tercer lugar en el ránking de extracción –aunque siguen siendo los dos mayores exportadores–, forjaron una alianza que, mediante recortes de suministros, ha conseguido la recuperación de los precios, que en lo que va de año se mueven en torno a los 60 dólares el barril de Brent.

«Hemos brindado de nuevo esperanza a esta industria en medio de un tiempo en el que la habíamos perdido», comentó Quevedo. No obstante, el representante saudí, Khaled al-Falih, lanzó una advertencia: «Tenemos que reconocer que la volatilidad no va a desaparecer; las dinámicas complejas y rápidamente cambiantes han llegado aquí para quedarse». «Para ser efectivo, este marco de cooperación debe ser suficientemente flexible e incluir más poder de productores que el que puede proveer la OPEP por ella sola», explicó al-Falih.

Su homólogo ruso, Alexander Novak, auguró que la «plataforma» institucionalizada ayer permitirá «reaccionar adecuadamente» para «garantizar un mercado estable en el futuro».