Los negociadores de PSN, Geroa Bai, Podemos-Ahal Dugu e I-E lograron escenificar un triunfo antes del txupinazo de hoy. Han alcanzado un «preacuerdo programático» –se resisten a llamarlo «acuerdo» todavía– que será la base de actuación del Gobierno alternativo a la derecha presidido por María Chivite.

Todavía quedan bastantes fases hasta alcanzar la investidura de Chivite, pero entre los negociadores existía ayer una gran satisfacción. Entre otras cosas, porque han llegado a la tregua olímpica sanferminera dando una imagen de que la cosa está avanzando.

A partir del 16 de julio, estos cuatro partidos retomarán las negociaciones centrados en cuestiones como la formación del Gobierno y las relaciones entre los cuatro partidos en aspectos como la presentación de iniciativas parlamentarias. Geroa Bai ya ha manifestado que el modelo de gobierno que prioriza es el de coalición, con el argumento de que la representación parlamentaria de PSN (once escaños) y esta formación (nueve) es similar.

«El itinerario es el qué, que hoy presentamos. Luego vendrá el cómo y luego el quién», explicó Eduardo Santos, secretario general de Podemos-Ahal Dugu.

El objetivo es poder presentar la candidatura de María Chivite a finales de este mes de julio o a principios de agosto.

El documento, de 77 páginas, fue calificado por Chivite como «ambicioso, centrado en las personas» y subrayó que «profundiza en nuestro autogobierno desde la lealtad institucional» marcada por el Amejoramiento y la Constitución española.

Chivite agradeció «la disposición y la voluntad de diálogo» mostradas por las otras tres formaciones en este proceso de negociación, «que se ha podido materializar en un preacuerdo de clara marca progresista, con grandes avances sociales, que afronta los retos económicos de nuestra comunidad y hace especial hincapié en la convivencia».

Uxue Barkos, por su parte, valoró que el preacuerdo programático recoge las líneas políticas y «el diálogo plural» que se inició hace cuatro años –con el cuatripartito en el que estaba incluido EH Bildu– y subrayó que se vuelve a poner en valor «la capacidad desde la diferencia de trabajar para dar respuesta a la ciudadanía».

Santos también destacó el «valor del diálogo materializado» en el preacuerdo y subrayó que «se ha logrado desde la diferencia». Junto a ello, señaló que a partir de ahora habrá que dar nuevos pasos que culminen en la investidura de Chivite, que consideró bien encaminada.

Marisa de Simón, de I-E, valoró positivamente el preacuerdo destacando que se basa en el pilar social y que supone una alternativa al Gobierno derechista de Navarra Suma. Junto a ello, explicó que el documento no recoge solo los consensos sino también los procedimientos para gestionar las diferencias. «Es un acuerdo de mínimos, pero necesario y suficiente», añadió la parlamentaria de I-E.

De Simón fue la única de los cuatro firmantes del preacuerdo programático que abogó por ampliar el apoyo de 23 parlamentarios del preacuerdo a 30, lo que supone incluir a EH Bildu para poder alcanzar la estabilidad en el Parlamento.

Esparza mira a Madrid

Mientras, Javier Esparza (Navarra Suma) volvió a mirar a Madrid y destacó que «está en manos de Pedro Sánchez que los gobiernos de Navarra y de España no dependan de los independentistas» y añadió que tras el preacuerdo el PSN «se va a convertir en el Partido Socialista de Euskadi».

«El cuatripartito nacionalista está encantado con el acuerdo y eso es síntoma inequívoco de que el PSN ha decidido seguir haciendo las mismas políticas que ha hecho el cuatripartito la pasada legislatura, las excluyentes y nacionalistas que hizo Barkos», añadió Esparza.

EH Bildu rechaza la exclusión y destaca que es imprescindible para que formar gobierno

Tras conocerse el consenso sobre el preacuerdo programático, EH Bildu recordó, mediante una nota, que las fuerzas que lo van a firmar no tienen mayoría suficiente para formar gobierno como para mantener posteriormente una mínima estabilidad

«Un hipotético gobierno que se define a sí mismo como progresista no se puede basar en la exclusión política de una parte de la sociedad, sino en un modelo democrático de convivencia», añadió la coalición soberanista.

Junto a ello, esta formación señaló que «seguirá impulsando los avances sociales y democráticos que ha conseguido la ciudadanía navarra en los últimos años, también en el ámbito de la convivencia».

Chivite, por su parte, insistió, una vez más, en que no dialogará ni negociará con EH Bildu. Preguntada por la evidencia de que el preacuerdo solo tiene el apoyo de 23 parlamentarios, la líder del PSN declaró que «el resto de formaciones sabrá lo que tiene que hacer» cuando se vote su investidura.M.D.