La organización del Tour ha preparado una primera semana diferente a la de otros años con etapas más selectivas y con pasos por los Vosgos y el Macizo Central y eso unido a un buen tiempo que ha permitido correr siempre por carreteras secas ha provocado que, a pesar de la gran tensión con la que se corre, las caídas hayan sido muy pocas y más por despistes que por la velocidad y los riesgos.

De los cinco abandonos solo se han registrado tres por lesiones provocadas en caídas. Patrick Bevin (CCC) fue la primera baja al no poder tomar la salida en la sexta etapa tras fracturarse dos costillas en una caída en la cuarta y no poder asumir la dureza del recorrido camino de La Planche des Belles Filles. Ese día también abandonó Nicolas Edet (Cofidis) por enfermedad, con un virus que también afectó a su compañero Christophe Laporte, que se subió al coche en la octava etapa, en la que no pudo tomar la salida Tejay Van Garderen con una fractura en la mano por una caída sufrida el día anterior.

Alessandro De Marchi, después de su gran etapa del sábado, se cayó con Vuillermoz en los primeros kilómetros de la etapa de ayer y tuvo que ser trasladado en una ambulancia inmovilizado a un centro hospitalario para completar el número de abandonos más bajo en el Tour en las nueve primeras etapas desde 2009, igualado con el de 2016. Ese año hubo que esperar ocho etapas para vivir la primera baja, la de Morkov, y en la novena se retiraron Contador, Renshaw, Ladagnous y Pineau. También fue un comienzo de Tour diferente en el que se subieron los Pirineos el fin de semana.

Al año siguiente, en 2017, se registraron quince bajas en las primeras nueve etapas. Ion Izagirre y Alejandro Valverde se cayeron ya en la primera etapa contrarreloj, en la que también se fue al suelo Luk Durbridge, que abandonó en la segunda. Además fue expulsado Peter Sagan por provocar una caída que obligó a abandonar a Cavendish, y en la novena etapa por caída se retiraron Gesink, Thomas, Porte y Mori y llegaron fuera de control Trentin, Guarnieri, Van Endem, Delage, Démare, Renshaw y Juraj Sagan.

Tras esa temporada la UCI decidió recortar el número de corredores por equipo en las grandes vueltas, de nueve se pasó a ocho, y esgrimió como uno de los motivos principales la búsqueda de una mayor seguridad. En las dos ediciones disputadas desde esa reducción de 22 corredores en el pelotón juntas se han registrado en las nueve primeras etapas menos abandonos que en 2017, porque el año pasado hubo nueve bajas con una caída importante que afectó a Richie Porte y José Joaquín Rojas y además abandonaron Tony Martin, Luis León Sánchez, Grmay, Domont, Kiserlovski, Matthews y Benoot.

27 bajas en 2003

La cifra mayor de abandonos en las primeras nueve etapas de los últimos veinte años se dio en 2003 con 27 bajas, seguida por las ediciones de 2012 (20), 2011 (18), 2007 (17), 2013 (16), 2017 y 2014 (15), 2005 y 2001 (14), 2015 (13), 2004 (12) y 2008 (10). Lo normal era que todos los años más de una decena de corredores dejaran la carrera en la primera semana y entre ellos algunas veces los favoritos. Así Chris Froome y Andy Schleck se quedaron eliminados en 2014 por las caídas, Richie Porte en 2017 y 2018 y Alberto Contador en 2016. Este año los favoritos han superado la primera semana sin caídas graves.

El tour de 2012 en el que euskaltel y movistar sufrieron siete abandonos

Los siete corredores vascos presentes en el Tour han superado las primeras nueve etapas sin verse implicados en ninguna caída en un comienzo que no se puede comparar con el de 2012, el penúltimo Tour del Euskaltel, en el que perdió a cuatro de sus nueve corredores: Samuel Sánchez, Mikel Astarloza, Gorka Verdugo y Amets Txurruka. Los tres últimos tuvieron lesiones en una misma etapa. El pasaitarra sufrió una fractura en el codo y el vizcaino y el navarro la clavícula. No solo fue una primera semana dura para el Euskaltel, también Movistar perdió ese año a Imanol Erviti, en su único abandono en las 22 grandes que ha disputado, José Iván Gutiérrez y José Joaquín Rojas. Fue la primera semana más difícil para los ciclistas y para los equipos vascos, aunque la caída y la lesión más dura fue la de Joseba Beloki en la novena etapa del Tour de 2003. No volvió a ser el mismo.J.I.