Ion SALGADO
GASTEIZ

El PSOE cierra la puerta a la coalición y mira a la derecha

La investidura fallida de Sánchez ha suscitado el enfado del PSOE, que ha cerrado la puerta a un gobierno con Unidas Podemos. Izquierda Unida, por su parte, ha pedido a sus compañeros de coalición que acepten un acuerdo programático, aun sin entrar en el Ejecutivo.

La vicepresidenta española en funciones, Carmen Calvo, cerró ayer la puerta a un gobierno de coalición con Unidas Podemos, que el jueves se abstuvo en la segunda votación de la sesión de investidura dejando al candidato del PSOE, Pedro Sánchez, con 124 votos a favor –los de su partido y el del único representante de PRC– y 155 votos en contra. Calvo, que compareció ante los medios de comunicación tras la reunión del Consejo de Ministros, criticó la postura de la coalición liderada por Pablo Iglesias, que a última hora, en su intervención desde el estrado, llegó a renunciar al Ministerio de Trabajo a cambio de las competencias en políticas activas de empleo.

Según explicó la vicepresidenta, su partido movió sus posiciones hasta en cinco ocasiones y llegó a una oferta final de gobierno que no fue aceptada por Unidas Podemos. «Nosotros intentamos en serio un gobierno de coalición, y Unidas Podemos le cerró el paso. No hay vía en esa dirección», manifestó antes de incidir en que ahora toca explorar otras vías para impedir la repetición de elecciones.

En este sentido, subrayó que ya no hay candidato a la Presidencia del Gobierno español y, por tanto, «corresponde al resto de formaciones políticas asumir responsabilidades y mover la piezas que consideren oportunas» para evitar una nueva convocatoria electoral.

Y aseveró que Sánchez, como líder de la fuerza más votada, va a hablar con el resto de líderes. «Vamos a seguir trabajando con todo el mundo», indicó antes de apuntar que «todos tenemos que contribuir a la gobernabilidad, no a los contenidos de gobierno, que obviamente nos alejan del PP. Eso es lo que tienen que entender: abra paso a mi gobierno aunque no coincida con él».

Por su parte, la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, condicionó la convocatoria de una nueva sesión de investidura a un giro en la posición de PP y Cs. «No tiene sentido someterse al debate si no hay una predisposición de las fuerzas para seguir avanzando», remarcó, y destacó que «el PP no puede vivir en este país como si pasara por aquí, como si la investidura no le correspondiera».

Las declaraciones de Calvo y Montero no sentaron bien en el seno de Unidas Podemos, que, por boca de Ione Belarra, advirtió de que la vicepresidenta debe ser menos «prepotente». «Nadie entendería que buscaran el apoyo de la derecha cuando la gente quiere un Gobierno progresista», afirmó tras reiterar que su grupo sigue con la mano tendida al PSOE para construir un gabinete de coalición «con lealtad y seriedad en el que se respete a todas las partes y en el que todo el mundo tenga competencias importantes».

Negociar «en serio»

En la misma línea se pronunció la portavoz parlamentaria de Unidas Podemos, Irene Montero, que emplazó al PSOE a negociar «en serio», ya que «no parece muy razonable empezar una negociación con vetos, con líneas rojas, con tanta soberbia y con tanta amenaza. Lo lógico sería sentarnos desde el respeto».

Montero, quien hizo hincapié en que la repetición electoral «no es una opción», apostó por aprovechar el mes de agosto para tratar de llegar a un acuerdo. «No hay que esperar a setiembre, no hay vacaciones que valgan», manifestó la diputada.

La opinión de Montero es compartida por Pablo Echenique, secretario de Acción de Podemos y miembro del equipo negociador, que cree que habrá un acuerdo en las próximas semanas: «Aunque se nos hayan dicho barbaridades, nosotros no tenemos ningún problema para llegar a un acuerdo, porque sabemos que es mejor eso que ir a elecciones».

Izquierda Unida se desmarca

Cabe destacar que no todos los partidos y corrientes que forman Unidos Podemos piensan igual. Izquierda Unida pidió ayer a sus compañeros que, aunque el PSOE no vuelva a ofrecerles un gobierno de coalición en caso de una nueva investidura, intenten cerrar un acuerdo programático con la formación de Pedro Sánchez para evitar el «riesgo innecesario e inasumible» que conlleva una repetición electoral.

Advirtió de que si se vuelve a llamar a la ciudadanía a las urnas se estará brindando «una segunda oportunidad a las derechas». «Desde Izquierda Unida seguimos apostando por el diálogo, la negociación y el acuerdo en torno a las propuestas programáticas que desde Unidas Podemos venimos trabajando con colectivos en lucha, movimientos sociales y sindicatos», manifestó la formación de Alberto Garzón.

En cuanto a la postura del PP, que votó «no» a Sánchez en la sesión de investidura, los mensajes son ambiguos. La vicesecretaria de Política Social, Cuca Gamarra, no cerró ayer la puerta a una posible abstención, que también es bien vista por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Sin embargo, Pablo Casado, que reunirá este martes a la Junta Directiva Nacional, descartó esta opción tras conocer el acuerdo alcanzado en Nafarroa.

 

Urkullu tacha de «lamentable y penoso» el pleno de investidura

La investidura fallida del candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno español, Pedro Sánchez, suscitó la reacción de políticos y cargos institucionales de Hego Euskal Herria, como la del lehendakari Iñigo Urkullu, que tachó de «absolutamente lamentable» y «penoso» lo ocurrido el jueves en el Congreso de los Diputados.

En declaraciones a los medios, señaló que en el pleno «se evidenció que, si ha habido esa disposición a dialogar y sin entrar en lo que ha sido el tiempo que han dedicado a ello, no parece que haya habido voluntad de acuerdo». «Más parecía un ejercicio de tener que lavar las conciencias de cada uno, haciendo cada uno su relato, entre quienes supuestamente han tenido la disposición a dialogar y, en su caso, negociar», añadió.

Desde EH Bildu, Mertxe Aizpurua también consideró «lamentable» la situación generada y avanzó que, si Sánchez se vuelve a presentar a una nueva sesión de investidura, su grupo se volverá a abstener. Lo hará «desde la responsabilidad», para cerrar la puerta a la derecha española. «Cualquier otra opción no es buena para Euskal Herria. Aquí se ha sufrido mucho y sabemos lo que significa que llegue la derecha al Gobierno. Si es un Gobierno formado por Podemos y Sánchez, puede haber una oportunidad; no decimos que la haya y no estamos confiados en que sea la mejor alternativa, pero es que es la única», manifestó la diputada.

Por su parte, el presidente del PSE, Iñaki Arriola, abogó por «hablar con todos», aunque apuntó que, a su juicio, la «única posibilidad» para formar gobierno en Madrid pasa por cerrar un acuerdo con Unidas Podemos. Precisamente Pilar Garrido, compañera de filas de Pablo Iglesias en el Congreso de los Diputados, a&bs;puntó que el líder del PSOE deberá decidir en las próximas semanas entre un gobierno de coalición o un ejecutivo monocolor «con las tres patas de las derecha».I. S.