La Fiscalía de Agrigento ha ordenado la incautación provisional del Open Arms y el desembarco de las decenas de migrantes que siguen a bordo, horas después de que el fiscal Luigi Patronaggio examinase las condiciones del barco.
Patronaggio estima necesaria esta medida por las condiciones en que se encuentran los migrantes y pese a que el Gobierno español ha anunciado este martes el envío de una patrullera a Lampedusa para trasladar a un puerto balear a los migrantes.
El fundador de Open Arms, Oscar Camps, ha asegurado tras la decisión del fiscal que se preparaban para iniciar el desembarco en Lampedusa tras 19 días y el barco se ha dirigido pasadas las 23.00 horas hacia el puerto entre la alegría de los tripulantes.
Negativa de Salvini
El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, había anticipado poco antes la posibilidad de que el fiscal tomase medidas, pero ha insistido en su defensa de la doctrina de «puertos cerrados» aunque le llegase la «enésima» denuncia en contra.
Durante una comparecencia en Facebook, ha descartado que los migrantes y refugiados que siguen a bordo del Open Arms pudiesen desembarcar en Italia con su permiso, especialmente ahora que ha «convencido» al Gobierno español de que envíe una patrullera de la Armada.
El líder de la Liga, que ha comparecido al término de la sesión en el Senado en la que el primer ministro, Giuseppe Conte, ha anunciado que su dimisión, ha insistido en la necesidad de celebrar elecciones -«la soberanía reside en el pueblo», ha dicho- y ha defendido sus políticas en defensa de la «dignidad», la «libertad» y la «soberanía» italiana.
En este ámbito ha enmarcado su doctrina de «puertos cerrados», en virtud de la cual el barco de la ONG Proactiva Open Arms lleva más de dos semanas esperando desembarcar a los migrantes rescatados en el Mediterráneo.
Italia, ha añadido Salvini, no será «un enorme campo de refugiados al servicio de Europa».