Ingo Niebel

El auge de la AfD se convierte en un problema para la CDU

Este domingo se celebrarán elecciones regionales en el este alemán. Tanto en Sajonia como en Brandenburgo la xenófoba Alternativa para Alemania (AfD) podría situarse como segunda fuerza, e incluso lograr la victoria. Su auge abre grietas en la CDU de la canciller Angela Merkel y da alas a un tripartito de los socialdemócratas SPD con los Verdes y Die Linke.

La frase «vivirás tu milagro azul» significa en alemán que recibirás una buena paliza. Los partidos tradicionales han de tomar esa frase literalmente ante las elecciones regionales en los estados federales del este alemán, Sajonia y Brandenburgo. La xenófoba y ultraderechista AfD se identifica con el color azul frente al negro de la CDU, el verde de los ecologistas Verdes, el rojo del SPD y del Die Linke. Su auge en el territorio que hace 30 años era aún parte de la socialista República Democrática Alemana (RDA) es todo menos un milagro, es más bien el resultado de un complejo proceso político-social, cuyas explicaciones se hallan tanto en la idiosincrasia de aquel desaparecido estado alemán como en el trato denigrante que recibían sus exciudadanos por la República Federal de Alemania (RFA) después de que su Parlamento se adhirió a la hermana capitalista en 1990.

La AfD ha sabido captar las tendencias ultraderechistas en ambas regiones e incluso el especial descontento que existe en un sector social de la Alemania oriental.

Hace gala de la palabra «alternativa» que lleva en su nombre porque ha sabido presentarse como tal frente a los demás partidos que, de una u otra forma, han determinado el desarrollo político en ambos länder.

De poco han servido las diferentes campañas mediáticas y políticas en su contra. La AfD y sus simpatizantes viven en un universo mediático paralelo impermeable a las noticias de la que llaman «prensa mentirosa», según ellos, compuesta por los medios públicos y tradicionales y dominada por la «dictadora» Angela Merkel. Aparte de la canciller, sus principales enemigos son los Verdes, a los que acusan de querer eliminar al «pueblo alemán» aceptando a millones de refugiados. El mensaje del miedo cuaja.

A lo largo de este verano, varios sondeos daban a la AfD un empate con la CDU en Sajonia y con el SPD en Brandenburgo. Tampoco se puede obviar el hecho de que en Alemania cada sondeo cuente con un margen de error del 2% al 3%.

Hay que tener en cuenta también que ganar unas elecciones no significa gobernar, porque sea cual sea el resultado, el partido más votado necesitará a un socio. Dado que la CDU se halla aún lejos de inclinarse por la fórmula de la derecha española emulando una especie de «Sajonia suma» con la AfD, todo indica que esta última no gobernará ni como socio, por ahora.

Sin embargo, de las pérdidas que sufrirán los cristianodemócratas dependerá el futuro de su presidenta, Annegret Kramp-Karrenbauer, apodada AKK por su partido. No ha sabido lidiar con su correligionario y exjefe del servicio secreto interior Hans-Georg Maassen que, con sus declaraciones, hace de bisagra intelectual con la AfD.

La colaboración entre ambos partidos es sólo una cuestión de tiempo y de circunstancias.

En Sajonia, los sondeos auguran que la CDU podría perder hasta 10 puntos, lo cual le dejaría en un 29%. Su aún socio, el SPD, bajaría unos tres puntos, hasta el 12%. De confirmarse estos resultados, la Gran Coalición de Dresde perdería su mayoría.

La nueva GroKo la compondrían la CDU con la AfD, que subiría del 9,7% de hace un lustro al 25%.

La alternativa sería un tripartito atrayendo a los Verdes, que duplicarían sus votos llegando al 10%-11%. Die Linke perdería entre 3 y 4 puntos, quedándose entre el 14% y 16%.

En Brandenburgo, de confirmarse los sondeos, se terminaría el bipartito del SPD con el Linke, porque los primeros podrían bajar unos 10 puntos y los segundos 4, quedándose en el 21% y en el 14%, respectivamente. La segunda fuerza sería la AfD si sube del 12% al 21%. La CDU se quedaría con el 18% en tercera posición si se hace realidad la pronosticada pérdida del 5% de los votos. Los Verdes podrían disputar al Linke la cuarta posición si avanzan del 6% al 14%. Este resultado les podría servir de entrada en un tripartito con el SPD y el Linke, como ya existe en Turingia y en los estado-ciudades de Bremen y Berlín.

En la jerga político-alemana, a dicho tripartito se le pone el adjetivo «rojirojiverde».

Este modelo político como alternativa a la GroKo y a un gobierno de derechas encuentra cada vez más adeptos entre los dirigentes socialdemócratas, que aún no saben cómo sacarán a su partido de la profunda crisis en la que se encuentra.

El SPD sigue dirigido por un triunvirato en funciones y no hay candidato a la vista. A nivel nacional tiene que disputar con la AfD el tercer puesto cotizado en 14 puntos, mientras que la CDU encabeza el ranking con el 26%, seguido por los Verdes, ubicados en el 23%.

El decisivo ciclo electoral culminará con los comicios de Turingia a finales de octubre. Ahí peligra el tripartito «rojirojiverde» de Bodo Ramelow (Linke) frente a la CDU, que volvería a ser primera fuerza política y la subida fulminante de la AfD.