«Tenemos que mejorar». Lo reconoció José Luis Mendilibar tras el debut en Mallorca, insistió concluído el derbi de El Sadar y lo reiteró en vísperas de viajar a Madrid. Nada sorprendente, en cualquier caso, porque más allá de los resultados, en los que influyen otros factores que incluyen al rival, el Eibar ha comenzado la temporada con el pie cambiado.

La buena noticia es que ante Osasuna ya dio un primer paso en el camino, todavía largo, que debe recorrer. Los azulgranas compitieron con la intensidad que se había echado en falta una semana antes. La mala, que el siguiente escalón, el del juego, tendrán que asaltarlo en una jornada poco propicia. Por mucho que sus dos últimas visitas al Atlético se hayan saldado con sendos empates y dos muy buenas actuaciones, ni rival ni escenario invitan al optimismo.

Mendilibar es el primero en reconocer que los precedentes no sirven para nada –a lo sumo para constatar que no hay imposibles– cuando suena el pitido inicial. Cada partido, cada temporada, son diferentes. Y en este caso para mal porque el Atlético no deja de crecer. Será el «equipo del pueblo» pero de uno con una renta per cápita muy, muy alta. Es el octavo equipo que más dinero ha destinado a fichajes en este último lustro. Solo en este mercado, aunque el saldo con las ventas le salga a favor, y con previsibles movimientos todavía, ha gastado más de 260 millones de euros, incluyendo los 127 que ha pagado por Joao Felix, un chaval de 19 años. «Cada año gastan mucho y fichan buenos jugadores, creciendo en calidad individual y colocándose cada vez más cerca de los dos grandes –destaca Mendilibar–, pero manteniendo la mentalidad de equipo pequeño».

Y eso es lo que le convierte en un equipo difícilmente batible –imbatible, de hecho, este curso en el que dos goles le han dado seis puntos–. «Algunos dicen ‘¡qué rácanos!’. Pero no. Juegan muy bien el fútbol que quieren hacer. Quieren los tres puntos, saben qué tienen que hacer para conseguirlo y lo hacen muy bien. Y además, por un lado, saben qué tiene que hacer cada uno; quién tiene que jugar en corto, en largo, por dentro..., porque cada jugador es diferente. Y, por otro, saben qué tienen que hacer en cada momento, y eso es muy importante», ensalza el entrenador armero.

¿Cómo enfrentarse a un equipo así? Pues sobre todo «estando todo el partido muy concentrados y sin cometer errores. Y sabiendo que aún así es muy complicado», asume. «Lo que espero es que sea competido, que estemos dentro del partido los noventa minutos», y a partir de ahí parecerse un poquito más al Eibar de los últimos años. «Tenemos que mejorar, volver a ser lo que éramos», asegura Mendilibar, que no quiere escudarse en las ausencias. «Nuestra idea de fútbol no tiene que cambiar», subraya el de Zaldibar.

Cambios

El Eibar afrontará el partido con novedades. Al menos una porque Sergi Enrich, titular las dos jornadas anteriores, se ha caído de la convocatoria –junto a Pedro Bigas, que repite fuera de la lista–. Es la primera vez que Mendilibar prescinde del menorquín, que realmente ha firmado dos actuaciones muy pobres, por decisión técnica.

Si el cambio se limita a un hombre por hombre, Charles podría disfrutar de la titularidad por primera vez esta temporada. Pero tampoco es descartable que el técnico opte por un cambio de dibujo, como ha hecho en más de una ocasión ante los rivales más potentes, reforzando el centro del campo con un tercer jugador y dejando a un solo hombre en punta, puesto por el que pelearían Kike y Charles. Habría que ver si Ramis regresa a la zaga, con Sergio Álvarez de vuelta en el centro del campo –también podría suceder con el dibujo habitual– junto a Diop y Escalante, o si el asturiano repite atrás, abriendo la puerta de la titularidad a Edu Expósito.

Horario

El encuentro correspondiente a la 8ª jornada de Liga, que enfrentará a Betis y Eibar en el Benito Villamarín, se disputará el sábado 5 de octubre a las 21.00.