El juicio a los 47 solidarios con los presos vascos que amenazaba con volver a llenar cárceles se resolvió con una sentencia de conformidad que supuso que 45 ciudadanos vascos no ingresen en prisión. Sin embargo, Arantza Zulueta y Jon Enparantza, a los que se otorgaba el grado de «dirigentes» en el relato de las acusaciones, debían ingresar en la cárcel una vez les fuese notificada la sentencia. Ambos han ingresado hoy para cumplir con los cinco meses que les restan.
Hoy, 30 de setiembre, es una fecha simbólica, ya que el proceso judicial también comenzó un 30 de setiembre de hace 6 años, con la operación contra Herrira. «Desde aquí, queremos enviarles nuestro cariño y solidaridad, así como solicitar que sus derechos sean respetados y pueden disponer de unas condiciones de vida dignas y no se les aplique ninguna medida de excepción. Ni a ellas, ni a una de las presas vascas dispersadas por el Estados español», han señalado en un comunicado el resto de encausados.
Tras el juicio, otra de las encausadas, Amaia Izko, recordaba que el objetivo con el que habían trabajado fue que nadie entrase en prisión. «Es cierto que hay dos personas que tendrán que volver a prisión para cumplir cinco meses. A pesar de ello, hemos decidido de manera colectiva pero basándonos en la voluntad de estas personas, en su compromiso y decisión de sacrificarse en lo personal para posibilitar esta situación», apuntó.
Ya se han convocado las primeras concentraciones de protesta y apoyo a los dos encarcelados. Este miércoles, Bilbo, Lekeitio y Donostia acogerán sendas movilizaciones a las 19:00.