Igual que a su llegada al poder en 1982 el ministro de Interior del PSOE José Barrionuevo dijo haber descubierto a la Guardia Civil, ahora la titular de Defensa del mismo partido, Margarita Robles, se declara defensora acérrima de la Legión Española, creada por el luego franquista José Millán-Astray en 1920.

Robles ha pedido hoy que no se critique el comportamiento y el trabajo de la Legión después de que se haya publicado una imagen de un grupo de legionarios bebiendo supuestamente cerveza con las armas posadas en el suelo porque eso es un hecho «puntual» que habrá que estudiar para ver si se han saltado las normas de conducta.

El episodio, además, se produjo en un bar de Vilafranca de Penedés (Barcelona), en una imagen que ha sido difundida por cuentas de tuit como la del diputado de ERC Gabriel Rufián. Ello da pie a pensar que los legionarios no estaban realmente en posición distendida, sino más bien amenazante.

Robles no solo ha minimizado la escena sino que ha añadido lo siguiente: «No estoy dispuesta a aceptar que se pueda poner en cuestión a la Legión porque la Legión es un cuerpo de hombres y mujeres preparados y formados y lo que no se puede sacar es una conclusión de un posible comportamiento puntual para generalizar».

Según ha explicado la ministra, será el Ejército de Tierra el encargado de comprobar si esa conducta de un grupo de legionarios ha vulnerado o no su código de conducta, y en el caso de que sea afirmativo, será el propio Ejército de Tierra también quien tome «las decisiones oportunas».

En su panegírico de la Legión, Margarita Robles (que en los años 90 tuvo algún serio encontronazo con la Guardia Civil en Intxaurrondo cuando ejercía como número dos de Interior) la ha calificado de «cuerpo comprometido que defiende la paz en el mundo, así que pido un respeto».