El Barcelona ha vuelto a engordar sus estadísticas, contundentes, ante el Eibar. El que consiguió en la última jornada de la temporada pasada sigue siendo el único punto que ha podido arañar el equipo armero a un rival ante el que ha caído en sus otros diez enfrentamientos.
El último hoy, en un partido que ha resuelto el tridente culé. Griezmann, Messi y Suárez han sentenciado a un Eibar que no ha cuajado un mal partido en líneas generales pero que ha ido de más a menos y, sobre todo, ha sido incapaz de rematar con un mínimo de puntería en alguna de sus llegadas al área. De hecho, el partido ha acabado sin que enviase ningún balón entre los tres palos.
Los guipuzcoanos, que pasaban del 4-3-3 que tan bien les había ido en los últimos partidos, a un 4-4-2 que incluía cinco novedades en la alineación, han empezado bien. Pero todas las ilusiones que pudiesen haberse hecho se han volatilizado en el minuto trece, cuando Griezmann ha aprovechado un resbalón de De Blasis para conducir un balón largo de Lenglet hasta el área y batir a Dmitrovic.
Ha reaccionado el Eibar, que hacía daño por la izquierda con Cote y Orellana pero que no acertaba con la portería. De hecho, ha estado más cerca el segundo gol visitante. Lo ha evitado Dmitrovic, arrebatando un balón imposible a Messi en el área, cuando los blaugranas ya cantaban el gol.
En la reanudación, los locales han intentado apretar algo más a su rival. Pero seguían sin pólvora y, además, ha vuelto hacer falta menos de un cuarto de hora para que el Barcelona marcase. Esta vez le ha tocado a Messi, que ha rematado dentro del área pequeña un balón que también han golpeado antes Luis Suárez y Messi sin que la defensa armera pudiera sacarlo.
La sentencia ha llegado siete minutos después, de nuevo con la participación de los tres delanteros culés. Ha servido Griezmann para que Messi llegara solo hasta el área y el argentino, con Dmitrovic ya superado, ha abierto a la izquierda, habilitando a Suárez para que marcase a puerta vacía.
Quedaba casi media hora pero el partido estaba acabado. El Eibar ha asumido que no había nada que hacer e incluso ha estado más cerca de encajar el cuarto que de recortar distancias.
La derrota acaba con la buena racha del Eibar, que no perdía desde la cuarta jornada, y le deja con nueve puntos. La próxima semana visita al Valladolid.
Estreno con récord
7.295 espectadores han presenciado el encuentro en Ipurua que, con todas sus tribunas ya completamente abiertas, alcanza las 8.000 localidades de aforo. Es la mejor entrada que se registra en el estadio eibarrés desde que el equipo llegó a Primera.