La revista feminista Pikara Magazine ha exigido hoy, en una rueda de prensa junto a Faktoria Lila, «responsabilidades públicas y políticas» tras las pintadas fascistas que aparecieron en la noche del domingo, 27 de octubre, al lunes, 28, en la redacción de la misma, así como en el antiguo local de Faktoria Lila, ambos en el barrio San Francisco de Bilbo.

Una de las coordinadoras de Pikara, Andrea Momoitio, ha recordado que en el cristal de su local se puede leer «putas de soros», en amarillo y firmado por las juventudes de un partido de extrema derecha; en el caso de Faktoria Lila, las pintadas han sido un ataque directo a su coordinadora, Irantzu Varela.

Momoitio ha asegurado que «atacar a Pikara es atacar a los medios de comunicación y atacar a Irantzu es atacar al movimiento feminista», por lo que ha pedido «responsabilidades públicas y políticas» al Ayuntamiento bilbaino, que, según ha dicho, aún no se ha puesto en contacto con los locales afectados para valorar la situación, entre los que también se encuentra la sede de Ongi Etorri Errefuxiatuak.

Además, al tratarse de un ataque a un medio de comunicación feminista, con estas pintadas «se está atentando contra la libertad de prensa y la libertad de expresión», ha apuntado Momoitio.

Irantzu Varela, por su parte, ha explicado que «les hemos dado el monopolio de la violencia legítima a las instituciones para que nos defiendan, pero no lo están haciendo y eso es otra forma de violencia. Ahora solo nos queda la autodefensa».

Esta es la tercera pintada dirigida expresamente a ella, con su nombre y apellidos. Además, se han publicado datos personales en un perfil de Twitter, como su número de teléfono, lo que ha supuesto «invitaciones a grupos de heterosexuales que buscan sexo y fotos de pollas que, como sabéis, no me apetecen», ha dicho.

«Soy antifascista, soy feminista, soy lesbiana, soy republicana... Soy todo lo que odia el sistema», ha expresado Varela, que dice tener «claro» que las violencias en Internet ahora se dan también en analógico, pero espera «que no lleguen a lo físico».

Según ella, se están consiguiendo cada vez más derechos para los que han estado vulnerabilizados y «eso molesta a los privilegiados, por eso reaccionan».

«Nos ladran a quienes ponemos la cara, pero tengo claro que es un aviso a todas. Nos están atacando a unas pocas para que nos callemos todas, pero si tocan a una, respondemos todas», ha asegurado.