Tal y como avanzaron los sondeos a pie de urna, la decisión del PSOE de negarse a un acuerdo de izquierda y convocar nuevas elecciones en un plazo de seis meses para reforzar su posición se ha revelado baldía
La formación del presidente interino, Pedro Sánchez, sigue siendo la más votada pero no solo no aumenta su representación en el Parlamento, sino que pierde hasta tres (120 de 123).
A ello se une una nueva sangría de escaños de Unidas Podemos (de 42 a 33), que se suma al castigo que sufrió en las elecciones del 28 de abril (-29) la formación liderada por Irene Montero y Pablo Iglesias.
La presentación del rival de este último, Iñigo Errejón, en 18 circunscripciones (Más País), con tres escaños, no logra sumar para un gobierno «progresista». Al contrario, resta votos inservibles a las dos anteriores formaciones, pero no consigue despegar y queda anclado como experimento en Madrid.
Así las cosas, la suma del «bloque progresista» sigue superando a la derecha-extrema (160 a 150) pero pierde 5 diputados.
Toda una lección para el PSOE de Sánchez y para la izquierda estatalista, castigados por la menor participación (2 puntos más de abstención) y por el castigo de parte de su electorado al haber mostrado su incapacidad para lograr un acuerdo de gobierno o de gobernabilidad.
Derecha extrema al alza
El PP de Pablo Pasado repunta (87 escaños) tras unas elecciones de abril en las que cosechó el peor resultado de su historia (bajó de 137 a 66), pero queda lejos del simbólico centenar de escaños. Su apuesta por limar las estridencias ultras de su campaña hace siete meses parece haber dado aire a la formación, pero todo apunta a que ha dado alas a la ultraderecha de Vox, que esta vez sí que hace buenas las encuestas y más que dobla su representación (de 24 a 52) en la Carrera de San Gerónimo.
Hundimiento de Ciudadanos
Junto con el éxito de los postfranquistas, la gran noticia de la jornada electoral fue la debacle total de Ciudadanos, que de 57 escaños se queda en apenas una decena y se convierte en una fuerza absolutamente testimonial, por detrás incluso de ERC.
El escenario más doloroso para un Albert Rivera que labró su carrera y fundó su partido desde el anticatalanismo más feroz y cuyo electorado habría desertado al PP y, en menor medida a Vox e incluso al PSOE, que logra paliar así en parte sus fugas por la izquierda.
Así las cosas, el escenario no difiere excesivamente del que salió de las elecciones del 28A. Si acaso la posición de Unidas Podemos queda un poco más debilitada de cara a unas eventuales nuevas negociaciones.
Eso sí, cualquier tipo de acuerdo precisaría del apoyo o la abstención de la izquierda independentista, sin olvidar al PNV, para una investidura.
Con Ciudadanos en la irrelevancia –ni siquiera serviría su abstención– a Sánchez le quedaría la posibilidad de editar una suerte de Gran Coalición, siquiera parlamentaria, con la abstención del PP. ¿Iría esto en las alforjas para semejante viaje?
Declaraciones
«La democracia nos convoca a todos a desbloquear la situación por un gobierno estable y progresista»
PEDRO SÁNCHEZ
PSOE
«Han sido unos malos resultados sin paliativos ni excusas. Este partido tiene que variar el rumbo»
ALBERT RIVERA
Ciudadanos
«Hemos sido protagonistas de la mayor gesta de esta patria. ¡Viva España!»
SANTIAGO ABASCAL
VOX
«Para lo único que han servido las elecciones es para reforzar a la extrema derecha»
PABLO IGLESIAS
Unidas Podemos