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ERC no ve pasos del PSOE en un primer contacto de apenas 50 minutos para la investidura

Apenas 50 minutos ha durado la reunión entre Adriana Lastra (PSOE) y Gabriel Rufián (ERC) para sondear la posición de los republicanos catalanes de cara a la investidura. En una nota posterior, ERC incide en que no ha visto visos de levantar la represión, aunque seguirán hablando.

El diputado Rufián y otros dirigentes de ERC, tras el recuento. (ERC Twitter)
El diputado Rufián y otros dirigentes de ERC, tras el recuento. (ERC Twitter)

Apenas dos días después del fulgurante acuerdo postelectoral Sánchez-Iglesias, el PSOE se ha reunido esta mañana de jueves con ERC, cuya abstención al menos resulta imprescindible para lograr la mayoría en segunda ronda, dado que los republicanos tienen mucha fuerza en el Congreso: trece escaños.

Según ha indicado posteriormente Esquerra en una nota, no ha habido avance alguno, aunque se trataba de un primer contacto, lo que ha quedado patente en su corta duración: apenas 50 minutos. La reunión se ha celebrado, según ERC, en un clima de «absoluta cordialidad».

Ambas partes se han comprometido a seguir hablando. Pero la nota de ERC hace hincapié en que Rufián no ha visto «indicio alguno» de que el PSOE «vaya a abandonar la vía represiva» en Catalunya y marca la línea de que en ese caso votará no.

En el comunicado, ERC insiste en que su apuesta es «la resolución política del conflicto a través de una mesa de negociación. Y avanzar en materias sociales urgentes bloqueadas en el Congreso y en el Parlament».

Pedralbes como punto de partida

El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, de ERC, ya había anunciado antes de esta primera reunión como requisitos para la abstención en la investidura la convocatoria de una mesa de negociación política «entre iguales» para abordar el conflicto catalán, donde se pueda discutir de todo, también del derecho de autodeterminación.

Considera que un buen «punto de partida» para ello es la reunión que mantuvieron en Pedralbes en diciembre del año pasado los mandatarios español y catalán Pedro Sánchez y Quim Torra, y en la que se abrió una vía de diálogo facilitada por un «relator». La tormenta mediática y política levantada por su filtración fue la excusa utilizada por Sánchez para dar por anticipar las elecciones al mes de abril. Luego vino la investidura frustrada de junio y estos comicios de noviembre, y entre ellos la sentencia del «procés» que ha tensado aún mucho más la situación en Catalunya.

La mención a Catalunya en el acuerdo Sánchez-Iglesias es muy criticada tanto por ERC como por EH Bildu. El problema se plantea en términos de «convivencia» y no políticos. Y cualquier solución aparece restringida al ámbito de la Constitución.

Con la reunión de ERC este jueves, el PSOE ha retomado los contactos iniciados ayer con PNV y Más País-Compromís y que esta tarde continúan con Teruel Existe, que ha entrado en el Congreso con un escaño.

La CUP ve claro el no y apela al resto

Las otras dos fuerzas independentistas catalanas, JxCat y CUP, parecen previamente más decantadas hacia un no seguro que ERC. Pero tienen también menos representación (ocho y dos escaños), por lo que lo auténticamente determinante para Pedro Sánchez es el voto de ERC.

La diputada electa de la CUP en el Congreso, Mireia Vehí, ha llamado este jueves a las formaciones independentistas y soberanistas que han obtenido representación en el Congreso a dar una respuesta conjunta y rechazar el preacuerdo de gobernabilidad entre el PSOE y Unidas Podemos.

En una rueda de prensa acompañada del otro diputado electo «cupaire», Albert Botran, se ha dirigido concretamente a JxCat, ERC, Comuns, PNV, Bildu, Compromís y BNG, con los que se pondrán en contacto este mismo jueves. «No puede ser que se avale una investidura que niega los derechos democráticos. No se puede dar apoyo a un acuerdo que niega que haya un conflicto político, que no haga referencia a la amnistía ni a la autodeterminación», ha zanjado la diputada.