El presidente legítimo de Bolivia, Evo Morales, ha denunciado desde su exilio en México que «la Interpol me está buscando en América del Sur por delitos que no existen». Ha recibido una «notificación azul» por diez delitos, entre los que figuran «alzamiento armado», «terrorismo» y «sedición, en base a las denunciar presentadas por las autoridades golpistas de su país.

Este aviso no implica su arresto, ya se su fin es obtener información sobre la identidad o el paradero de las personas investigadas.

En la misma rueda de prensa ofrecida en Ciudad de México, Morales ha criticado la impunidad de los hechos violentos generados en Bolivia tras el golpe de Estado que forzó su renuncia el 10 de noviembre.

«Hasta ahora ni un detenido, no hay un detenido», ha denunciado enfático Morales la inacción del Gobierno de facto para investigar a los responsables de más de una treintena de muertos por disparos policiales o militares contabilizados en solo diez días.

Y también ha denunciado la persecución a militantes del Movimiento Al Socialismo (MAS) que «fueron violentados, a una alcaldesa le cortaron el cabello, le lanzaron pintura, a las mujeres que llevan pollera les pegaron por ser diferentes, a esa violencia ha llegado el Gobierno de facto».

Morales ha reafirmado de nuevo su apuesta por los procesos democráticos y revoluciones a través del voto popular, con principios y programas para cambiar la matriz económica de los países.

Sin informe de la OEA

Unas horas después, en su cuenta de Twitter, el presidente legítimo de Bolivia ha escrito que «la
@OEA_oficial reconoce que aún no tiene el informe final sobre las elecciones en Bolivia, duplicando el plazo que tenían para entregar la auditoría. Sin embargo, adelantó un informe preliminar para consolidar el golpe de Estado».

En ese informe preliminar, la OEA  denunciaba irregularidades sin cuestionar la victoria de Morales en la primera vuelta de las elecciones, aunque ponía en duda que la diferencia con su rival fuera de diez puntos, por lo que instaba a repetir los comicios. El presidente anunció la repetición electoral, pero las Fuerzas Armadas se sumaron a la derecha y «sugirieron» su renuncia, materializando así el golpe de Estado.

Las Fuerzas Armadas de Bolivia han reconocido hoy a la golpista vicepresidenta del Senado, Jeanine Áñez, como «presidenta constitucional», en un acto solemne en el que esta también ha recibido el grado de capitán general y la orden del Gran Mérito Militar.