NAIZ

Tories y laboristas se culpan del último atentado y Johnson quiere endurecer la legislación

Boris Johnson ha anunciado que quiere elevar a 14 años de cárcel la pena mínima por «actos terroristas» mientras los dos principales partidos británicos se enzarzan en una espiral de reproches mutuos sobre responsabilidades en relación al ataque con arma blanca del viernes en las inmediaciones del Puente de Londres.

Un policía británico hace guadia junto a la ofrenda floral y el cordón que cierra el paso al Puente de Londres. (Ben STANSALL / AFP)
Un policía británico hace guadia junto a la ofrenda floral y el cordón que cierra el paso al Puente de Londres. (Ben STANSALL / AFP)

El primer ministro británico Boris Johnson ha anunciado que quiere instaurar una pena de 14 de años mínima para los delitos «terroristas», dos días después de un joven acuchillara a varias personas durante una conferencia sobre rehabilitación de reos organizada por la Universidad de Cambridge y matara a dos de ellas antes de ser abatido por disparos de la Policía.

El autor del ataque reivindicado por el Estados Islámico era un británico, Usman Khan, 28 años, que había sido condenado por delitos «terroristas» en 2012, acusado de planear ataques yihadistas en Londres, y que fue puesto en libertad condicional en diciembre pasado al haber cumplido seis años de cárcel.

El atentado suspendió la campaña electoral para las elecciones legislativas del 12 de diciembre, que ha sido retomada hoy. «Ese sistema debe terminar, repito, debe cesar. Para todas las infracciones terroristas y extremistas, la condena dictada por el juez tiene que ser efectivamente purgada: esos criminales deben purgar su pena, sin excepción», ha declarado Johnson en un acto de la campaña, según han recogido medios británicos.

El primer ministro ha indicado que su Gobierno ha intensificado la vigilancia sobre 74 condenados por «terrorismo» que en los últimos años han quedado en libertad y ha avanzado que se revisará de nuevo su situación penitenciaria.

Cruce de reproches

Precisamente esta cuestión ha llevado hoy a los dos principales partido, Conservador y Laborista, a cruzarse reproches sobre las responsabilidades relacionadas con el atentado que dejó tres víctimas mortales, incluido su autor, y tres heridos.

Johnson ha culpado a los gobiernos laboristas previos a 2010 de haber aprobado las leyes penitenciarias que permiten que presos condenados por delitos graves salgan en libertad «de forma automática» a mitad de condena y se ha comprometido a endurecer la legislación.

El líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, ha esgrimido, por su parte, que las políticas de austeridad de la última década y la privatización de una parte del sistema de prisiones ha erosionado la capacidad de las autoridades para controlar que se cumplen los requisitos de la libertad vigilada.

En un mitin en Yorkshire, Corbyn ha sostenido que las intervenciones militares de Gran Bretaña en el extranjero han «exacerbado, más que resuelto», el problema del «terrorismo». «La amenaza terrorista no puede ni debe ser reducida a una cuestión de política exterior. Aún así, en demasiadas ocasiones las acciones de sucesivos gobiernos han echado gasolina, y no reducido, esa amenaza», ha declarado.

El ministro de Exteriores, el tory Dominic Raab, ha critica, a su vez, a Corbyn por afirmar que los condenados por actos «terroristas» «no necesariamente» deben cumplir íntegramente sus penas, sino que depende de las circunstancias individuales de cada uno.