Acercarse a Zurbano entre la niebla, con las copas desmochadas de los árboles, Gasteiz en plan perezosa ciudad que agota lentamente las últimas horas de un 2019 para olvidar para Saski Baskonia, con la idea de dar testimonio de la presentación oficial de Dusko Ivanovic como entrenador de Kirolbet Baskonia tras su Tercera Venida, tiene un aire de novela romántica, una suerte de regreso a las ruinas de la Casa Usher de Poe o al Manderley ideado por Daphne du Maurier en «Rebecca» e inmortalizado por Alfred Hitchcock.

Pero para inmortal, el aspecto de un Dusko Ivanovic mucho más relajado de lo que se le recuerda, afilado de físico y de actitud a sus 62 años, que ha aparecido junto a Félix Fernández en su presentación... bromista de forma inesperada, recordando «¡vaya!, hay caras conocidas, pero todos hemos cambiado». Fernández, en cuanto su condición de manager general y representante de Josean Kerejeta para el público, ha subrayado el «placer» que supone tener al de Bijelo Ponje de regreso. «Los acuerdos con Dusko siempre son rápidos, cuestión de minutos, pocas horas», ha subrayado.

Un relajado Ivanovic ha comenzado su presentación afirmando que «la verdad es que estoy contento de volver a casa. En estos años he tenido experiencias enriquecedoras, pero tenía la ilusión de volver, una ilusión difícilmente mejorable. Ahora estoy un poco preocupado, como es lógico, pero ilusionado por volver».

Antes de nada, ha explicado el porqué de su salida de Besiktas y su rápido enganche al club gasteiztarra. «Fiché por año y medio con Besiktas con una excelente persona como presidente. Antes de venir aquí, tuve dos ofertas para salir, pero yo quería respetar mi contrato. Pero hace mes y medio hubo elecciones en el club y ganaron otros con los que no tuve ningún contacto ni nada. Por eso decidí salir, y en cuanto me llegó la oferta del Baskonia, ni me lo pensé para decir que sí. Aclaro que, de no haber habido la oferta del Baskonia, igualmente hubiera salido de Besiktas hacia otro club».

Después de la presentación, ha llegado el Dusko Ivanovic más reconocible y romántico, en el sentido de apurar sus ideales por encima de la coyuntura. «De momento, es evidente que el equipo ha caído. Caer es fácil y subir cuesta; costará un poco, pero subiremos», ha subrayado.

En ese sentido, el preparador baskonista ha querido zanjar dos cosas. Por un lado, su llegada como el tercer episodio de un pasado glorioso o prólogo de un futuro. «La nostalgia y la esperanza son los más crueles asesinos. Lo único que me importa es el presente; ni el pasado ni el futuro», ha recalcado. Asimismo, por ese mismo hilo ha ido la aclaración de por qué su Advenimiento tiene fecha de caducidad. «Tenía una opción de más tiempo, pero yo quería solo hasta final de temporada. Hacerlo bien, disfrutar de este momento, sin pensar en el pasado ni el futuro. Solo luchar con esta gente para salir de esta situación».

Cambios en la plantilla

Pierria Henry, Nik Stauskas y alguno más, la rumorología apunta a la posible salida de algunos jugadores y la llegada de algunos otros, como pudiera ser Zoran Dragic. Félix Fernández ha cortado esa mecha por lo sano.

«Rumores siempre van a existir. Tenemos una total confianza en los jugadores que tenemos en la plantilla. No estamos pasando un buen momento, debemos dar un paso adelante todos, recuperar la autoestima y la confianza porque los hemos visto jugar bien a baloncesto. Luego, lo único que toca hacer es trabajar, apoyarlos y recuperarlos. Estamos en esa situación», ha explicado el manager general. «Estamos trabajando desde la secretaría técnica de manera intensa y dura para poder ayudar al equipo. A veces el mercado no es como tú deseas, pero ahora mismo confiamos plenamente en nuestra plantilla», ha dicho.

«Quiero disfrutar de este momento, luchar por hacer que el equipo vuelva a jugar bien, y no tengo tiempo para mirar que pueda haber cambios en la plantilla. Es con estos jugadores con los que debemos volver hacia arriba», ha expresado, por su parte, Dusko Ivanovic.

Más allá de celebrar la presentación del entrenador de Bijelo Polje, ha tocado hablar del inmediato futuro deportivo del Baskonia, con los importantes retos de cara a la Euroliga y la Copa, empezando por los partidos ante el Barça y Manresa de Euroliga y Liga ACB, respectivamente. Ahí ha asomado el Ivanovic más analítico, subrayando que no hay preferencias, más allá de «ir partido a partido, sin mirar más allá». «El gran problema es que el equipo se va abajo en un momento crítico. Eso es algo que tenemos que cambiar y mejorar a partir de ahora. Algunas cosas debemos cambiar, pero es mejor ir partido a partido».

«Lo que más me preocupa es que el equipo no es capaz de luchar los 40 minutos. El equipo jugó mucho mejor en Zaragoza que en Berlín, con algunos conceptos con los que se veía que queríamos algo distinto, pero se repitió que en el momento en el que las cosas empezaron a ir mal, el equipo se cayó. Cuando el equipo no mete, deja de defender y baja los brazos. Pero el baloncesto es una continua lucha; tienes que luchar por cada posesión los 40 minutos, pero el equipo en estos momentos no está para eso. Pero espero que lleguemos», ha reconocido.

«El equipo acabará jugando bien, porque son buenos jugadores. Pero la causa directa de no jugar bien es esa falta de confianza. Se cambia de entrenador, pero el entrenador no puede ni meter ni defender. Son ellos los que van a cambiar. Es probablemente uno de los mayores retos de mi carrera, pero los desafíos me gustaron siempre. Lo que más me ha sorprendido es que estos jugadores no tienen el carácter que este equipo siempre ha tenido, sino que es como todos los demás equipos, de un carácter lineal», ha remachado Ivanovic, siguiendo por esa línea.

«Decir que no estamos preocupados sería mentir, pero con el lamento no conseguimos nada. Lo que debemos hacer es trabajar, quizás más para revertir esta situación y recuperar a nuestros jugadores, su estado de ánimo. Para ello debemos darles apoyo y confianza a nuestros jugadores. Cada uno, a nivel individual, debe dar un paso adelante para que ayude a nivel grupal. Y en ese camino estamos. Tenemos tiempo de cambiar las cosas, para recuperar la identidad del equipo y del club», ha concluido por su parte Félix Fernández.