Ernesto Valverde ha sido destituido esta noche de lunes por el Barcelona, poniendo fin así a un ciclo en el que ha ganado dos ligas pero ninguna Champions. Los batacazos en esta competición en Roma y Liverpool habían minado su crédito y la derrota ante el Atlético el jueves pasado en un torneo menor (la Supercopa celebrada en Arabía Saudí) han precipitado el cese.

Su representante había informado de que solo faltaba la firma del finiquito, lo que está demorando una comunicación que se había anunciado para las 21.00 y ha llegado realmente pasadas las 23.15.

El cese se produce pese a que el equipo va líder en Liga, empatado con el Real Madrid, y a que ha ganado los dos últimos campeonatos. La falta de carácter del conjunto fuera de casa ha sido uno de los motivos de crítica. Un problema acentuado esta temporada en una dinámica constatada en los campos vascos; el Barça se dejó puntos en El Sadar y Anoeta tras ir ganando 1-2 en ambos casos y antes perdió en San Mamés (1-0). Solo ha ganado en Ipurua (0-3).

Nacido en Viandar de la Vera (Cáceres) pero criado en Gasteiz, buena parte de la carrera como jugador y entrenador de «Txingurri» Valverde se ha desarrollado en Euskal Herria. Como futbolista, en Sestao, Alavés y Athletic; como entrenador, en Bilbao Athletic y en el primer equipo en dos etapas diferentes, en las que ganó una Supercopa, precisamente ante el Barcelona.

También ha dirigido a Olympiakos (ganando la Liga griega), Espanyol, Villarreal, Valencia y Barcelona, por lo que a sus 55 años acredita una trayectoria muy relevante.

El ya extécnico del FC Barcelona tenía contrato con la entidad azulgrana hasta finales de la presente temporada, aunque existía una cláusula por ambas partes para ampliarlo hasta junio de 2021.

No está siendo un buen año para los muchos entrenadores vascos de elite. Antes que Valverde han sido cesados Unai Emery en el Arsenal o Javi Gracia en el Watford. Se mantienen en el banquillo, eso sí, los cinco técnicos vascos –y euskaldunes– al frente de los cinco clubes vascos de la Liga.

El nuevo inquilino del banquillo culé es Quique Setién, que en los últimos años ha entrenado a Betis y Las Palmas y cuyo estilo de toque coincide con la filosofía del Barcelona. Se ha anunciado en la misma nota de prensa. Se señala en ella que toma el cargo hasta 2022.