Si un equipo anota solo 25 puntos en 20 minutos, como le ha sucedido a Kirolbet Baskonia frente a Zalgiris Kaunas, lo normal es perder. Los lituanos han dominado el rebote –38 a 22, con 15 rebotes en ataque–, y a partir de ahí han dominado el ritmo de juego de un Baskonia que se ha ido diluyendo hasta quedar a merced de los de Jasikevicius, al punto de perder hasta el basket average particular. Zalgiris Kaunas ha descalabrado al Baskonia, desesperando a todos sus integrantes, incapaces de revertir un partido que ha empezado tan bien, como mal ha terminado.
Y eso que el inicio ha sido bien prometedor. Pierria Henry ha sido la primera gran noticia de la noche, al completar sin problemas la rueda de calentamiento y poder vestirse de corto a disposición de Dusko Ivanovic. En todo caso, no ha sido un arranque muy bueno, lleno de errores por parte de los dos equipos e incluso de los árbitros, en el que los gasteiztarras han mantenido la iniciativa, pero a costa de meterse en bonus de faltas muy rápido y perder algún balón de más. Mientras, en el bando lituano, el hecho de jugar con un escolta reconvertido como Walkup como base ha supuesto que el Baskonia haya podido apretarlo a base de traps en la esquina, recuperando por ende balones con cierta facilidad.
De hecho, esa mejoría defensiva es lo que más se ha notado de los gasteiztarras, que han llegado a disponer de un 17-9 a su favor, a pesar de que el primer cuarto haya terminado con 17-13. A falta de canastas en juego, Zach LeDay le ha regalado cuatro tiros libres a los entrenados por Saras Jasikevicius. Kirolbet Baskonia ha tapiado su canasta para las acciones en juego, con un muy destacado Ilimane Diop en tareas de retaguardia, al tiempo que los de Ivanovic, aunque tampoco han estado muy avispados en ataque, sí que han mostrado paciencia para buscar algún tiro cómodo sobre la bocina de posesión.
Otro de los defectos del Baskonia en este principio de partido ha estado en el control del rebote defensivo. En el contexto de un día aciago en el tiro exterior de Zalgiris Kaunas, el cuadro lituano ha conseguido segundas y terceras opciones con las que ha podido mantenerse a rueda del Baskonia, que además ha visto cómo Shengelia y Diop también se han cargado de personales. Los de Jasikevicius han empatado a 21, superando en el rebote de ataque incluso a Youssoupha Fall, aunque sendas canastas de Christon y Shengelia han vuelto a disparar a los baskonistas hasta el 26-21.
Zalgiris ha seguido porfiando y manteniéndose al rebufo, aunque siempre a remolque del Baskonia, que ha encontrado la anotación de la mano de Semaj Christon, autor de 10 tantos antes del descanso. En todo caso, el base norteamericano también ha cometido su segunda falta, por lo que Dusko Ivanovic ha decidido darle minutos a Pierria Henry, que ha entrado bajo una cerrada ovación, luciendo una aparatosa máscara. Dentro de los últimos segundos, el Baskonia ha consolidado una pequeña renta, llegándose al descanso con un 35-30 en el luminoso, fruto de una canasta en penetración de Shengelia y los posteriores errores en el tiro de Zalgiris, a pesar de que han dispuesto de no menos de tres opciones en la cuenta atrás final.
Sin estabilidad emocional
Si el final del segundo cuarto ha sido bastante buena, bastante peor ha sido la reanudación. Zalgiris ha irrumpido en la cancha con un acierto recuperado, bajo la batuta del alocado Lukas «Skywalker» Lekavicius y un Zach LeDay con la muñeca y los tobillos a punto. Kirolbet Baskonia ha aguantado decentemente el tirón, pero no ha podido evitar que, por un lado, Shengelia se haya cargado con tres personales y, sobre todo, que Zalgiris Kaunas se haya adelantado 41-43, imponiendo por lo demás su ritmo de juego.
Y esa imposición ha terminado con la estabilidad emocional del Baskonia, más pendiente en protestar las decisiones arbitrales –muchas veces con razón, como una falta en ataque pitada sobre Shields cuando ha debido ser un «dos más uno»– que en jugar. Asimismo, Dusko Ivanovic ha metido a Fall en cancha, pero el senegalés ha sufrido en demasía por su falta de movilidad, tanto en defensa como en ataque. Ante el atolondramiento gasteiztarra, Zalgiris Kaunas ha logrado al fin abrir una pequeña espita, llegando al arranque del cuarto final con 45-51, después de una canasta de Walkup sobre la bocina.
Ivanovic se la ha jugado conjuntando a Christon y Pierria Henry. Pero el primer efecto de ese invento es que no ha tenido efecto positivo alguno. Hayes ha anotado la primera canasta desde el codo de la zona y KC Rivers, después de un partido muy desacertado, ha clavado el 45-56, valiéndose del enésimo rebote ofensivo de un Zalgiris enfilado claramente por la victoria, algo que nadie ha visto venir durante demasiado tiempo.
Christon, al ver que el partido se estaba escapando, ha decidido jugársela a la individualidad, y el remedio ha sido peor que la enfermedad, al punto de que Ivanovic ha decidido jugársela solo con Henry. Pero lo peor que se ha encontrado este Baskonia, más allá del acierto de este o los fallos de aquel, es que se ha topado con un rival que ha sabido responder a cada golpe, como el «dos más uno» de Henry, que ha encontrado cumplida respuesta con un «dos más uno» obra de Hayes, provocando la quinta falta de Shields.
Tristemente, el único aliciente del último minuto ha sido ver si Kirolbet Baskonia era capaz de sostener el average particular con Zalgiris. En el Zalgirio Arena ganaron los gasteiztarras por 12 tantos, 58-70, y los últimos segundos han sido una partida de ajedrez entre Ivanovic y Jasikevicius, con faltas tácticas, tiempos muertos y jugadas a corto plazo, lo cual ha servido para alargar un poco más la agonía del Baskonia, con el corolario de perder incluso el average particular, después de un tapón sobre Pierria Henry. Un descalabro con todas las de la ley.