Obligado por las urgencias clasificatorias, Garitano no ha podido dar descanso a muchos jugadores pensando en la Copa, pero introducía varias novedades en la alineación. Para empezar recuperaba la línea defensiva con cuatro jugadores y modificaba el dibujo táctico. Unai Núñez se quedaba en el banquillo junto a Iñaki Williams. En su lugar entraban Córdoba e Ibai Gómez en las bandas. Una variante que ha funcionado teniendo en cuenta las veces que han desbordado por los carriles del Villarreal y el resultado final.

El zurdo bilbaino no jugaba en Liga desde mediados de diciembre ante el Eibar. Tuvo una aparición fugaz en una eliminatoria de Copa en la que fue sustituido al descanso. En la cuenta de estadísticas de Adurizpedia en twitter resaltaban que con Córdoba en la alineación el Athletic de Garitano nunca había perdido en San Mamés, con 9 victorias y dos empates. Otro triunfo más con el bilbaino en el once por lo que Garitano quizá debería replantearse contar más con el joven zurdo.

Del conjunto castellonense siempre se destaca la calidad técnica de sus futbolistas, pero también cuenta con jugadores bregados en mil batallas como Raúl Albiol en defensa e Iborra en el centro del campo que protagonizaron la mayoría de encontronazos junto con Raúl García.

Tras una fase inicial de tanteo en el que nadie quiso asumir ningún riesgo, el Athletic comenzaba a buscar las bandas con Ibai y Córdoba.

Las incursiones de Muniain -en una se reclamó penalti por agarrón al caer dentro del área- y los córners han sido las primeras aproximaciones rojiblancas, pero el Villarreal replicaba con una buena combinación en ataque Gerard Moreno no acertaba a enviar a las redes ante la gran respuesta de Unai Simón. El partido se ponía entretenido con llegadas continuas y un Muniain, que cogía la batuta de director de orquesta. Los parones por faltas y tarjetas han ralentizado el juego en un partido marcado por la falta de acierto en el último remate por parte de los rojiblancos.

Asimismo, despedida con pitada al árbitro antes del descanso desde unas gradas de San Mamés que se incendiaron tras las tarjetas a Capa y Garitano por una dura entrada del lateral a Cazorla.

El colegiado sacaba de quicio al público con decisiones discutidas como el penalti sobre Muniain o una patada de Asenjo que acababa en falta de Córdoba. Aún así, en la amonestación a Capa pudo haber mostrado la roja sin olvidar que Cazorla también había realizado una acción similar anteriormente.

Doble penalti por manos

La segunda mitad arrancaba con un Athletic entrando por bandas con las subidas de los laterales. Williams entraba por Ibai y en el primer balón que tocaba su disparo golpeaba en el codo de Pau Torres. El central protestaba diciendo que tenía las manos detrás, pero lo cierto es que el brazo se interponía en la trayectoria del balón. El árbitro lo vio y pitó penalti, además de ratificar su decisión tras revisar en el VAR. Raúl García no desaprovechaba la ocasión para abrir el marcador.

Diez minutos después otra mano clara de Albiol dentro del área del Villarreal tras un cabezazo de Iñigo Martínez que acababa en penalti tras la intervención del VAR. El encargado de realizar el lanzamiento esta vez era un Williams muy desacertado rematando al centro de la portería. Raúl García tampoco pudo enviar a las redes el rechace.

Dejar con vida a un rival del nivel del Villarreal ha sido un tremendo error. Los visitantes han buscado el empate hasta el último minuto con Chukwueze y Alcácer como jugadores más incisivos.

El entrenador rojiblanco recuperaba la línea de tres centrales en el tramo final metiendo a Núñez por el «amuleto de la suerte» Córdoba. Enorme trabajo de un jugador que respondía con creces al envite.

Doble ocasión de Sancet y Capa para sentenciar, pero no ha podido ser y un proverbial Unai Núñez salvaba un uno contra uno con maestría en el área contraria. Sufrimiento hasta el último segundo con un Athletic que se reconcilia con la victoria en Liga tres meses después de la última antes de la semifinal de Copa en Granada.